En tiempos de calentamiento global y ahorro energético, sancionarán en 2009 una ley que obliga a instalar calentadores solares de agua en nuevas construcciones de piscinas, hoteles, clubes y hospitales.
El proyecto de ley, del senador Rafael Michelini y el diputado Jorge Pozzi (ambos del Nuevo Espacio), recibió media sanción del Senado el 29 de diciembre de 2008 y pasó a Diputados. En forma paralela, UTE estudia un plan para financiar la instalación de esta tecnología a grandes consumidores de agua caliente (ver nota aparte).
Hoy existen dos sistemas para aprovechar la energía solar: está la tecnología fotovoltaica para generar electricidad, y por el otro lado un sistema que sólo sirve para generar calor y calentar agua. También se puede usar para calentar ambientes o producir vapor.
El proyecto de ley se limita a los calentadores solares de agua, teniendo en cuenta que el 36% del consumo doméstico de energía responde a la producción de agua caliente, básicamente con calefones. Así lo indican estudios de la Mesa Solar, grupo sin fines de lucro apoyado por la Embajada británica que promueve la energía solar. Allí hay representantes del sector universitario, empresarial, el gobierno y el Parlamento.
Pero, en los hechos, la energía solar es especialmente beneficiosa para los grandes consumidores de agua caliente: clubes, hoteles y hospitales, a los que apunta el proyecto. "En los clubes el impacto es mayor porque cada semana hay miles de socios duchándose. El agua caliente llega a ser un 60% del consumo", asegura el arquitecto Eliseo Cabrera, docente de la Universidad ORT, integrante de la Mesa Solar y asesor en las instalaciones de estos equipos.
CRONOGRAMA.
La ley establecerá varias etapas. A los seis meses de la promulgación sólo se darán permisos de construcción o reciclaje a hospitales, hoteles y clubes si prevén la incorporación de equipamiento para calentar agua por energía solar.
El Ejecutivo podrá establecer excepciones, por ejemplo teniendo en cuenta lugares con muchas horas de sombra al día. Este régimen es para centros donde la previsión de consumo de agua caliente llegue al menos al 20% del consumo energético total.
Además, se faculta al Ministerio de Industria a exigir a los emprendimientos industriales o agroindustriales una evaluación técnica de la viabilidad de instalar colectores solares.
En una segunda etapa, a los dos años de promulgada la ley, los permisos de construcción o reciclaje de hoteles, clubes y hospitales serán autorizados si tienen equipos que cubran con calentadores solares la mitad de la energía necesaria para calentar el agua. A los tres años, las piscinas climatizadas nuevas o las que se reconviertan deberán tener equipamiento completo para calentar el agua con energía solar, siempre que no usen otra energía renovable.
A los cinco años, todas las construcciones nuevas del sector público con previsión de consumo de agua caliente mayor al 20% del consumo energético total también deberán tener calentadores de agua.
H2sol es una firma que instaló más de 200 calentadores en dos años. "Arrancamos con clientes alemanes. Los primeros 20 o 30 fueron los más difíciles porque a la gente le cuesta creer en esto", cuenta el empresario Marcel Juli.
La empresa realizó recientemente dos instalaciones en hoteles del Este y hace un verano hizo lo propio con el club Nautilus, que calienta su piscina en la rambla de Punta Carretas. Pero la energía solar aún tiene una presencia simbólica en el país (ver nota aparte).
SISTEMA.
"Calentar agua es el uso ideal para la energía solar", explica el arquitecto Cabrera, que asesora a quienes instalan los equipos. "Es una energía limpia, renovable y ayuda a no sobrecalentar el planeta. Mientras uno se ducha con agua del calefón, el sol pega contra el techo de la casa. Si para ducharse se usa la energía del sol, no se desperdicia energía y el costo es más barato", indica Cabrera. El arquitecto pone un ejemplo para explicar cómo funciona el sistema: "Si tapás con un nylon una manguera y la dejas 15 minutos en el jardín, podés cebar el mate con el agua".
El sistema transforma el calor solar en agua caliente y complementa al calefón. "Se usan principios de la física, ya que el vidrio genera efecto invernadero. El calor entra al colector solar (ubicado generalmente en el techo), calienta lo que está adentro y no se enfría porque no puede escaparse hacia afuera. Se almacena en un tanque aislado, donde el agua empieza a girar y aumenta la temperatura", sostiene Cabrera.
Pero si durante una semana hay nubes y el sol no aparece, no hay de qué preocuparse: se encenderá en forma automática el viejo y querido calefón.
LA ENERGÍA SOLAR Y SU BENEFICIO
El beneficio económico de los calentadores solares de agua depende del tamaño de las instalaciones, su orientación geográfica, la fuente energética que sustituye y el correcto mantenimiento del equipo.
Un hotel de Montevideo con unas 100 habitaciones acaba de llamar a una licitación y prevé gastar unos US$ 10.000 en el sistema. Lo amortiguaría en unos dos años. Un calentador solar en una piscina se amortiza en unos tres años. En una casa con cuatro habitantes la instalación cuesta unos US$ 800 y se amortiza entre dos y cinco años. Debe haber mantenimiento periódico.
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