Tartagal, la localidad salteña que sufrió un aluvión que devastó la zona, podría verse afectada por nuevas lluvias durante los próximos días, mientras personal sanitario continuaba con medidas para evitar brotes epidémicos, como el dengue.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció lluvias para los próximos días en el extremo este salteño, donde se ubica Tartagal, lo que complicaría las tareas de ayuda a los pobladores, muchos de ellos sin casa tras el aluvión.
Precisamente, Tartagal amaneció anteayer con lluvias, no obstante lo que pudieron retirarse las casi 24 toneladas de acero retorcido y rieles doblados, que formaban el puente ferroviario arrasado por el aluvión de agua y barro, con lo que el panorama se mostraba mucho más alentador.
Ayer, en cambio, el buen clima ayudó a continuar con las tareas de extracción de lodo y escombros en las zonas afectadas por el alud de la semana pasada, mientras se intensificaba la distribución de mercadería a los damnificados.
La entrega de ropa, alimentos no perecederos y otros elementos por parte del Estado, particulares y organizaciones no gubernamentales, alcanzó ayer para disminuir el nivel de ansiedad de las personas que quedaron a la intemperie.
Sin embargo, algunos vecinos continuaban reclamando la llegada de ayuda, principalmente de agua mineral, colchones, elementos de higiene y ropa seca.
Además, un operativo coordinado por el servicio sanitario de ambulancias local (Samec) comenzó a intensificarse para la detección de posibles casos de dengue y otras patologías entre los damnificados.
Hasta el sábado se había confirmado un caso positivo, pero el paciente había contraído el virus varias semanas antes del desastre natural que afectó a Tartagal, el lunes pasado.
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