En el caso de Milagro, el agua para consumo humano y riego proviene de las perforaciones de La Totorita y se deja de reserva la del Dique Anzulón.
De los 100 litros por segundo que lleva el canal conductor, se necesitan entre 25 y 35 litros para consumo humano en Milagro y el resto se utiliza para riego.
Actualmente las perforaciones de La Totorita no funcionan por rotura de las bombas por lo que se tuvo que acudir a la reserva del dique, pero aquí también se trabaron las válvulas debido al barro y la basura acumulada y si bien los trabajos para repararlas se iniciaron se calcula que se tardará unos 15 días más en solucionarlo.
Ante eso, la Secretaría del Agua dispuso hacer un by pass que permite el ingreso de agua por sobre las válvulas proveyendo de los 100 litros al canal mencionado en párrafos anteriores.
Sin embargo, mediciones realizadas por personal municipal permitieron detectar que los 25 o 35 litros que se envían a Milagro van por el canal al menos hasta el final de la Colonia Frutihortícola, cerca del puente Las Palomas, pero no es esa la cantidad que llega a esta localidad.
Un recorrido permitió detectar que existen desviaciones o sustracciones de agua en el trayecto hasta Milagro por parte de personas que aprovisionan sus reservas, sean piletas o represas. Cabe aclarar que el agua hasta la colonia es administrada por el Consorcio de Riego mientras que de ahí hasta Milagro está a cargo del municipio.
Por otra parte corresponde señalar que el municipio insiste en que la solución para la provisión de agua a Milagro es el acueducto Pichana-Milagro, cuya construcción se acordó entre los gobiernos de La Rioja y Córdoba. Incluso, ahora, el intendente Alejandro Quintiero lo interesó del tema al gobernador Juan Schiaretti, quien lo derivó a su secretario de Infraestructura.
CATUNA TAMBIéN
La situación en Catuna es similar, en cuanto al mal uso del agua, pero está más disimulada. Aquí el agua de riego está administrada por el Consorcio de Agua que preside Juan Pozo , pero se sabe que no les alcanza por lo que llenan piletas con desviaciones de la red de agua potable para utilizarla en el riego por goteo.
El agua proviene de una vertiente y aprovisiona tanto a los pobladores de Catuna como a la Colonia Ortiz de Ocampo.
En caso de merma en la vertiente, cuestión que suele ocurrir, se tendrá que respetar las normas legales que establecen que primero está el consumo humano, luego el ganado y finalmente la agricultura, por lo que en previsión de escasez habría que hacer una campaña de concientización para el uso racional, además de controlar y entubar los canales para evitar su desviación.
Por último corresponde decir que en Milagro, el servicio sólo es abonado por el 14 por ciento de los usuarios, en tanto que nadie lo paga en Catuna.
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