Los malos olores, la proliferación de insectos y el riesgo de infecciones han puesto en el tapete nuevamente el problema de los efluentes industriales, en especial de las bodegas y de una nuecera en la ciudad de Nonogasta.
Los residuos que utilizan, salen a la calle porque las cañerías que disponen no son suficientes, por lo que las consecuencias causan molestias en los vecinos de esa ciudad que desde hace años deben soportar está situación.
Hasta cuándo se preguntan los nonogasteños van a tener que seguir sufriendo por este problema, del cual todas las autoridades tienen conocimiento y hasta ahora lo que se hizo fueron sólo parches que no sirven para dar una respuesta integral.
El problema está centrado actualmente en los residuos líquidos de dos bodegas y una nuecera que derraman gran cantidad de líquidos que se desbordan hacia las calles formando verdaderas lagunas y ríos que corren por los distintos barrios.
La obra que se hizo alguna vez resultó insuficiente al igual que las supuestas reparaciones; por ello los vecinos en especial los de la avenida Guillermo Iribarren, Dávila San Román, calle principal de barrio San Martín, y del barrio El Parque, son los que están soportando este inconveniente que debe tener una respuesta por parte de las autoridades que hasta ahora han permanecido indiferente.
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