No hubo personas evacuadas pero las turbulentas aguas destrozaron algunos canales de riego (no están cementados) que alimentan zonas de cultivo de fruta fina, y si bien no se produjeron pérdidas de plantaciones, el fenómeno hizo que se activara una vez más el Comité de Crisis para este tipo de contingencias que comenzó a producirse en las primeras horas del martes, cuando alrededor de las 2 de la madrugada comenzaran las fuertes precipitaciones.
El propio intendente de Los Antiguos, Oscar Sandoval, dijo que “gracias a Dios la intensidad de la lluvia disminuyó a eso de las seis de la tarde” del mismo día, ya que si el río crecía unos diez centímetros más, su salida de cauce podría haber generado un desastre en tierras de cultivo.
PERALTA DIO INSTRUCCIONES
El jefe comunal hizo saber también que el gobernador Daniel Peralta dio “precisas instrucciones” para que se dispusiera de maquinarias y se coordinaran todos los esfuerzos de organismos provinciales y nacionales, además de empresas particulares, para atender imponderables.
Fue así que comenzó una activa labor de Defensa Civil, Vialidad Provincial, Gendarmería Nacional, Prefectura, Policía provincial y empresas privadas que incluso enviaron máquinas viales para reforzar las márgenes del río, sobre todo en un recodo en cuyas inmediaciones existe un puente.
El meteoro también se hizo sentir en proximidades de la localidad trasandina de Chile Chico, pero en esa zona ya se han realizado obras de contención, por lo cual no se produjeron desbordes.
En el curso de agua que pasa por territorio santacruceño, ya están previstas otras obras de protección, anunciadas oficialmente el pasado 5 de febrero en el aniversario de Los Antiguos, por lo cual lo sucedido esta semana es una muestra clara de la necesidad de realizar ese tipo de emprendimientos que también permitirán sumar nuevas tierras de cultivo.
Las tareas de protección provisoria de varios sectores de las márgenes del Geinimeni se realizaban ayer con gran celeridad ya que para el fin de semana están previstas más lluvias. Además, se confirmó que desde Chile se traerían rocas para ser colocadas en puntos calificados como críticos.
El río de referencia tiene un ancho promedio de unos 40 metros, pero durante la crecida alcanzó casi 60 y llegó a tener más de tres metros de profundidad.
Sus aguas se volvieron más turbias que de costumbre y arrastraron algunos troncos de árboles secos y otros elementos que se hallaban depositados por muchos años a lo largo de su ribera.
|
|
|