Humberto González, jefe de pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), le explicó a EL TIEMPO que esta temporada resultó opuesta a la tradicional por un posible rezago de La Niña, un fenómeno que afectó al país el año pasado y que provocó lluvias durante casi todos los meses. Incluso, este hecho no permitió diferenciar entre temporadas de invierno o de verano en algunas zonas nacionales.
"El océano Pacífico regula el clima del mundo porque es el más grande. Por eso esperábamos que la temperatura de sus aguas dejara de ser fría y llegara a un punto intermedio en esta época, como siempre ocurre. Eso no sucedió y siguieron muy bajas, por eso se genera un desplazamiento de nubes o núcleos de lluvia desde Suramérica (Brasil, Perú, Ecuador) hacia la zona Andina", explicó González.
Lo que resulta más extraño es que algunos estudios indican que ese enfriamiento seguirá y el invierno podría ser intenso hasta mediados del año.
A partir de julio, modelos desarrollados en el Centro de Análisis Climático de los Estados Unidos sugieren la aparición de un nuevo fenómeno de El Niño (sequía), algo que la comunidad meteorológica internacional deberá confirmar en los próximos meses.
"En este momento están ocurriendo cosas raras con el clima, en todos los países se están notando anormalidades. Las estaciones y lo que nosotros llamamos temporadas invernales o secas deberían ser revisadas", agregó González.
A esto se suma que el cambio climático está introduciendo variables desconocidas que afectan los cálculos y las posibilidades de predicción. Por eso es probable que el invierno que comienza en marzo se haya adelantado, otra hipótesis que explicaría las lluvias actuales.
En todo caso hoy está lloviendo un 50 por ciento más de lo habitual en Antioquia y el Eje Cafetero. La temporada climática es normal solo en los Llanos Orientales y en la Costa Atlántica, donde hay tiempo seco.
Toda esta situación trae contrastes.
Mientras los caficultores temen que las lluvias impidan la floración de los cultivos, lo que tendrá como consecuencia una baja en la producción y la productividad de la cosecha de 'mitaca', que está próxima a recogerse, los embalses para producir energía están llenos.
Además, la agricultura de la Sabana de Bogotá no ha reportado heladas y entre los ganaderos hay optimismo, porque ante el aumento de las lluvias los pastos están verdes, las vacas puede alimentarse mejor y producir más leche.
Según Fabián Daza, gerente de Fundalianza y quien tiene su explotación agrícola, forestal y ganadera en el Cesar, el verano ha golpeado en esta zona fuertemente a los pastos.
Piden declarar la ribera del Mira zona de desastre
Los servicios de agua y energía retornaron ayer al municipio de Tumaco (Nariño), donde fue necesario movilizar todo el Sistema Nacional de Emergencias para prestar ayuda a más de 31.000 damnificados que deja hasta ahora el desbordamiento del río Mira, aseguró el ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio.
La preocupación se mantiene entre las autoridades porque hay 12.000 niños entre los afectados, que demandan una atención adecuada.
En los nueve albergues habilitados en el municipio solo estaban hasta la noche del martes 4.800 personas.
El balance preliminar de la emergencia se mantiene en dos personas muertas(se habla de seis más, pero no están confirmadas), 22 personas desaparecidas, 6.000 familias damnificadas y 247 casas arrasadas.
El Sistema de Prevención y Atención de Desastres canaliza las ayudas a los damnificados con el apoyo del Ejército, la Policía y la Armada Nacional.
"Ha llegado la primera ayuda de emergencia, pero se requiere más ayuda de atención inmediata", sostuvo el secretario de Planeación de Nariño, Raúl Delgado Guerrero, quien dijo que le han insistido al Gobierno que se declare la zona de desastre con el fin de proceder a reconstruir tanto social como económicamente las comunidades afectadas.
"Estamos reclamando la declaratoria de zona de desastre para que el Estado envíe los recursos para enfrentar una emergencia que afecta a más de 30.000 personas", dijo Delgado.
Ayer se esperaban en Tumaco dos aviones, cada uno con capacidad de diez toneladas, con alimentos y otros elementos esenciales para los damnificados.
La directora del Instituto Departamental de Salud de Nariño, Ana Belén Arteaga, reconoció que no se cuenta aún con un diagnóstico exacto de las necesidades en esta materia, porque las embarcaciones se han dedicado a labores de rescate de los damnificados en la zona rural de Tumaco.
PASTO
El calentamiento hace estragos en la antártica
Los 14.000 kilómetros cuadrados de la plataforma Wilkins, en la península antártica, una superficie más grande que la isla de Hawai, están cuarteados y un 25 por ciento de la placa se ha fragmentado y desprendido como "consecuencia del calentamiento global", según el Centro Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC).
Un equipo de investigadores españoles analiza desde el pasado domingo, a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides, el impacto del colapso sobre el ecosistema del Mar de Belinghausen (al oeste de la península antártica).
Los científicos han señalado que las temperaturas del agua son extraordinariamente cálidas en esa zona. Según los investigadores, el desprendimiento y la fragmentación del enorme sector helado producirá el consecuente aumento del nivel del mar.
La plataforma es una gran superficie de hielo que está de forma permanente sobre el mar, a 1.600 kilómetros del continente suramericano.
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