Los datos de la investigación, trineal y efectuada por científicos de varios países europeos, señala que tras pasar de ser una teoría y convertirse en una realidad aceptada, el cambio climático augura extremos meteorológicos en todo el planeta, como veranos más calurosos.
Pero hay efectos secundarios del cambio climático que deben ser objeto de mayor atención, recomiendan los expertos en salud pública, meteorología y epidemiología.
Según Paola Michelozzi, directora de Epidemiología Ambiental de la Dirección de Salud de Roma, esta es la primera vez que se valora el efecto patológico de las mayores temperaturas con una metodología estándar en diversos centros poblados de Europa.
Cada grado de media de aumentó del ''Tapmax'', aumentó un 4% de media las hospitalizaciones por problemas respiratorios, concluyó el estudio.
Los resultados del estudio señalaron que por cada grado de aumento en la media máxima de temperatura estival (tapmax) de cada una de las ciudades, se produjo un aumento medio de cuatro por ciento en las hospitalizaciones por problemas respiratorios.
Por el contrario, el aumento de las temperaturas no reveló un mayor número de enfermedades cardiovasculares o neurovasculares, indicó el estudio.
Esto se debería a que la manifestación de ese tipo de problemas es grave y repentina y con frecuencia termina con la muerte de los pacientes antes de que puedan ser sometidos a un tratamiento.
El calentamiento global es una realidad aceptada.
Michelozzi afirma que la diferencia podría explicarse a través de lo que calificó como mecanismos fisiopatológicos que no son iguales en todos los casos: 'La muerte cardiovascular tiende a ocurrir de forma repentina en personas cuya salud ya está comprometida. Por el contrario, la mortalidad respiratoria llega a su punto más alto mucho después, con efectos que se observan a tres semanas de la exposición' a las altas temperaturas, indicó.
Pese a que en general los ingresos por problemas respiratorios aumentaron en todas partes, hubo otros efectos que fueron más heterogéneos, señaló el estudio. Esto se debe a las diferencias de exposición a las altas temperaturas, la adaptación y la vulnerabilidad de sus poblaciones como resultado de sus características demográficas y las medidas de prevención.
'Aunque todas estas diferencias son importantes, nuestros resultados documentan el efecto de las altas temperaturas sobre los ingresos hospitalarios por causas respiratorias', insistió Michelozzi.
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