La sequía viene golpeando fuerte la producción de granos gruesos, con importantes caídas en rendimientos. En el norte de Buenos Aires, la situación es crítica, debido a la falta de lluvias y a las altas temperaturas que afectaron a la soja en su período crítico. No obstante, algunos especialistas comienzan a trabajar en estrategias para encarar la siembra de aquí en adelante, bajo altas condiciones de estrés.
Esta semana, durante una jornada a campo que realizó el semillero Don Mario en Chacabuco, se mostraron los balances hídricos de esa localidad, que recibió un 50% menos de lluvias respecto del ciclo anterior (sólo 215 milímetros en los meses que van de septiembre de 2008 hasta hoy), con una mayor demanda ambiental.
"Arrancamos con un 60% de agua útil en el suelo, en comparación con el 98% de la campaña 2007/08", advirtió Paolo de Luca, del área de Desarrollo de Don Mario, y agregó que los grupos III y IV se vieron comprometidos en sus períodos críticos: "A partir de R3, tuvieron sólo 3 y 6% de agua útil, en cada caso".
Por eso, en años secos, recomendó diversificar grupos de madurez y fechas de siembra.
Según Federico Rizzo, gerente de Promoción y Desarrollo de Don Mario, estas prácticas deben tener en cuenta la calidad del ambiente. "Por ello trabajamos en su caracterización, midiendo el agua útil, construyendo un balance hídrico y contando con los parámetros de fertilidad química del suelo", dijo. el especialista.
Además, el técnico presentó los ensayos sobre densidad, distanciamiento y uniformidad de siembra, con datos de varias campañas, útiles para evaluar la difícil situación de la actual y proyectarse hacia adelante. "Los rindes de las variedades fueron escasamente modificados frente a un amplio rango de densidades de siembra, evidenciando la plasticidad vegetativa y reproductiva del cultivo de soja", afirmó.
También se observó, en diferentes condiciones ambientales, con cinco campañas de ensayos y con los cultivares más difundidos, la conveniencia de realizar distanciamientos entre hileras menores a 52 centímetros.
"El 35 chorrillo, pese a tener menos uniformidad de siembra, rindió más que el 52 placa. Y el 35 placa rindió más que el 35 chorrillo", detalló. Y advirtió que no todas las variedades respondieron igual: se destacaron las DM 3700 y DM 4670.
Asimismo, anticipó que este año servirá para explorar mejor el efecto de la reducción de la distancia entre hileras en un ambiente con una sequía casi progresiva y con una alta severidad.
"Seguimos apostando a la tecnología", aseguró Obdulio San Martín, gerente de Comercialización de Semillero, al anunciar los nuevos lanzamientos en soja (DM 5.i, DM 4970, DM 4670 y DM 4250 y DM 3070), que agregan estabilidad, rendimiento y sanidad a los cultivos. La jornada también contó con fuertes anuncios en maíz, con cinco híbridos nuevos, con altos potenciales y con tolerancia al Mal de Río IV.
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