El gobierno de Cristina Kirchner utilizará el polémico borrador que el ministro de Planificación, Julio De Vido, elaboró en secreto con el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, como documento base para comenzar a negociar el martes próximo con la Comisión de Enlace de las entidades agropecuarias, ahora dispuesta a ceder y llegar a un acuerdo.
Según pudo saber LA NACION, ese paper contiene 20 puntos en los que el Gobierno reconoce que cedería recursos para los sectores del trigo, la carne, la leche y para los productores afectados por la sequía.
"El número no está cuantificado, pero habrá dinero. Y para comenzar a hablar se usará exactamente el documento de De Vido y Biolcati", confió una alta fuente oficial.
"Si el campo comienza la reunión con el reclamo de la rebaja de las retenciones, la negociación fracasará", agregó. El Gobierno no accederá a ese reclamo por el impacto fiscal que implicaría. Es por ello que el agro no lo plantearía en el primer lugar de la agenda para no obstruir el diálogo, sino que buscaría un compromiso oficial de tratarlo más adelante.
"Para que haya recursos para la leche y la sequía tiene que haber retenciones a la soja", razonó un funcionario allegado al ex presidente Néstor Kirchner.
El agro se concentraría, en cambio, en despejar conflictos más urgentes como el de las trabas en exportaciones de carne, leche y trigo, economías regionales y sequía. Está dispuesto a lograr un acuerdo, aunque para ello deba postergar un tiempo el reclamo por las retenciones.
Para Kirchner es clave solucionar el conflicto rural para enfrentar con mayor fortaleza la crisis económica y llegar así con más oxígeno político y fiscal a las elecciones de octubre.
Las reuniones confidenciales entre De Vido y Biolcati fueron reveladas el miércoles último por la Casa Rosada, lo cual acentuó la tensión por la violación del secreto. Sin embargo, De Vido le remitió anteayer a la ministra de la Producción, Débora Giorgi, el mencionado borrador -calificado de "cosmético" por Biolcati- para que ella lo negocie en su primera reunión con el agro, pasado mañana.

El borrador
Antes de dirigirse a ese encuentro, Biolcati; Mario Llambías, de Confederaciones Rurales; Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, y Carlos Garetto, de Coninagro, analizarán los 20 puntos para unificar posiciones. Se trata de acuerdos de corto alcance, como los siguientes:
Subsidio a los molinos de harina para sostener el precio que los productores reciben por el trigo, hoy bajo por la intervención estatal.
Apertura ordenada de las exportaciones de trigo y mantener abiertos los puertos. La Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) obstruyó esas ventas.
Rebaja de las retenciones a las exportaciones de cortes cárnicos de alto valor, del 15 al 10%. Permitiría subir el precio de la hacienda gorda, hoy casi en extinción.
Estímulo a la producción de novillos gordos de más de 400 kilogramos con desgravación del impuesto a las ganancias o reintegros.
Eliminación de las retenciones a las exportaciones de termoprocesados y conservas de carne vacuna.
Supresión de las retenciones a las exportaciones de leche en polvo, hoy en el 5%, o aplicación de reintegros equivalentes.

Subsidios a la producción de overos pesados.
Subsidio de 10 centavos por litro para pequeños tamberos, de hasta 3000 litros de producción.
Eliminación de las retenciones a las exportaciones de productos de economías regionales.
Un plan canje de granos por fertilizantes que ya anunció la Presidenta hace más de un mes. Se consideraría un precio de los granos sin deducir retenciones.
Estas medidas permitirían recuperar los precios de carne, leche y trigo, deprimidos por la intervención oficial, con caídas de producción.

Cortes de ruta con control de cargas
El cese de comercialización de granos y hacienda continuó ayer con presencia de productores a la vera de las rutas en al menos una treintena de localidades de Santa Fe y Buenos Aires, principalmente. En esos puntos, como durante la pelea por las retenciones móviles, los productores -sobre todo autoconvocados y alineados en la Federación Agraria y en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap)- controlaron que no se transportaran productos alcanzados por la medida de fuerza y repartieron folletos con las razones de la protesta.