Los miembros de la comisión vecinal La Santiagueña manifestaron su preocupación por el estado de contaminación del arroyo homónimo, “que constituye un verdadero foco de infección para la zona”, afirmaron en diálogo con EL DIARIO.
El reclamo no es nuevo. Desde hace años los vecinos vienen presentando notas y hasta proyectos con alternativas que posibiliten paliar esta situación.
No obstante, con la firma del Acta de Reparación Histórica, se destinarán fondos para que la Comuna inicie obras que permitirán revertir un conflicto que no es menor: el anegamiento de arterias durante lluvias copiosas. De esta manera se podrá contrarrestar el el escurrimiento superficial de las aguas.
En este sentido, Natalio Boimvaser, integrante de la comisión vecinal, le explicó a esta Hoja que los trabajos supondrán un entubado que irá desde calle Urquiza, hasta Colón y Nogoyá. “Es una obra muy importante que impedirá la inundación de las calles, pero no soluciona el problema de contaminación que presenta el arroyo”, cuestionó.
Puntualmente, lo que inquieta a estos vecinos es el vertido de efluentes cloacales desde calle San Luis y Colón, que recorren los conductos, y a cielo abierto llegan hasta el río.
“Hace 20 años atrás este arroyo estaba limpio, los chicos jugaban en el lugar y en este momento es un foco de contaminación”, enfatizó el revisor de cuentas de la comisión vecinal.
“Sabemos que las soluciones no son sencillas, pero tenemos algunas ideas de lo que se puede ir haciendo, incluso elaboramos un anteproyecto que se lo acercamos a todos los concejales de la ciudad, pero un solo edil acusó recibo, los demás no nos respondieron”, advirtió. Asimismo, hizo mención a las reuniones que mantuvieron con funcionarios municipales, “pero no encontramos un canal de diálogo para ver de qué manera podemos analizar juntos esta cuestión”.

ALTERNATIVA. En la iniciativa promovida por la comisión vecinal, proponen, en una primera etapa, declarar al espacio en que queda a cielo abierto el recorrido del arroyo La Santiagueña — desde el Parque Berduc hasta el río—, de interés municipal y ecológico. “De esta manera se podría evitar que siga habiendo asentamientos en esa zona, y así impedir una mayor contaminación”, precisó.
“Estamos trabajando en esto desde mayo del año pasado y no encontramos eco, sentimos que nuestro reclamo se vuelve una utopía”, se lamentó luego.
“Tenemos derecho de vivir en un ambiente sano”, reclamó; al tiempo que recordó que esta atribución está contemplada en el artículo 41 de la Constitución Nacional, y los artículos 7, 22 y 83 de la nueva Constitución Provincial.

MAL OLOR. Los vecinos elaboraron un informe en el que detallan las razones por la cuales se produce la contaminación y los consecuentes olores nauseabundos.
Con relación a ello, narraron que durante la gestión del intendente Humberto Varisco, allá por 1987, se licitó y construyó un desagüe pluvial para paliar el efecto de las inundaciones que se producían cuando había precipitaciones copiosas.
Se construyeron dos tubos de hormigón armado de 1,40 metros de ancho por 1,30 metros de alto cada uno. Uno de estos desagües transcurre en calle La Rioja y otro en San Luis, ambos entre Colón y Nogoyá, y por ésta última hasta el arroyo a cielo abierto detrás del Parque Berduc.
En ese momento existía un conducto muy antigüo, de mampostería, que venía desde las Cinco Esquinas, para desagües pluviales, pero que recoge cloacas de viviendas que están ubicadas en calles Colón, La Paz y Ramírez, que no estaba previsto ser removido.
Éste estaba atravesado por todos los caños cloacales de las viviendas de la acera Este, en su recorrido hacia el caño maestro, que se extendía por la vereda Oeste. Muchos de estos desagües primarios desagotaban dentro del conducto de ladrillos, ya que estaban rotos; pero después de una gran lluvia, este viejo conducto explotó por la presión del agua y se desintegró, por lo que se instaló un nuevo colector cloacal para las viviendas de calle San Luis, vereda Este, de manera que la colectora cloacal existente quedó para exclusivo uso de los vecinos de la vereda Oeste.
Pero en ese momento muchos desagües cloacales fueron derivados al nuevo tubo de hormigón y se construyó un aliviador, que recorre calle Victoria desde la esquina con San Luis hasta el arroyo a cielo abierto en la mitad de la manzana. Por lo tanto, esta agua —que debiera ser solamente de lluvia—, ahora contaminada con efluentes cloacales, transcurre libremente por el tubo de calle San Luis y por el arroyo.
La inspección de la obra fue realizada por S.A.I.E.R. y los vecinos de calle San Luis hicieron un reclamo por este aliviador cloacal, mediante expediente Nº32.358 del año 1987, solicitando que no se drenaran efluentes cloacales al arroyo, ni el tubo de desagüe pluvial. “La respuesta fue un informe técnico que explicaba el estado de la obra, pero no daba respuestas al reclamo”, sentenció el estrevistado. Foco infeccioso

UBICACIÓN. La vecinal “La Santiagueña” está delimitada, al Norte por calle Moreno; al Sur por Victoria; al Este por calle Salta; y al Oeste por San Luis.
En reiteradas oportunidades los integrantes de la comisión vecinal emprendieron tareas de limpieza en el tramo que se extiende entre las calles Victoria y La Rioja; donde desmalezaron y limpiaron este espacio verde ubicado detrás del Parque Berduc, sobre calle Nogoyá.

Foco infeccioso
“Detrás del Parque Berduc, donde hacen gimnasia miles de gurises, donde se instaló una moderna cancha que es usada por jóvenes de varios clubes y se desarrollan partidos de la Federación Nacional de Voley, con equipos y visitas de todo el país, hay una laguna séptica”, criticó Boimvaser.
“El proyecto de saneamiento del arroyo La Santiagueña, cuya ejecución estaría pronta a comenzarse, no contempla la solución de la contaminación que volvemos a denunciar, ni en el tramo que va desde calle Nogoyá hasta el río Paraná, en la zona de los galpones del Puerto”, subrayó.
“Hace falta una decisión madura e inteligente y empezar a tomar cartas en el asunto. Hay que enfrentar el futuro, pensando que si no llegan los remedios los problemas se agravarán. Hay que pensar cómo vivirán nuestros hijos y nietos”.
“Nosotros, los vecinos, no solo planteamos los problemas sino que somos capaces de ofrecer soluciones. Pero no las podemos implementar solos”, concluyó.