El descenso de la temperatura y la caída de lluvia no sólo significaron un alivio para el campo: también fue festejado en Obras Sanitarias Municipales, donde los teléfonos no pararon de sonar hasta el jueves, por parte de vecinos indignados por la escasez de presión y la falta de agua en muchos sectores de la ciudad.
El servicio volvió a resentirse desde el inicio del verano, algo que se debe al derroche de los vecinos y a que los nuevos pozos tienen mayor calidad de agua pero menor caudal, según explicó el titular de OSM, Alberto Masa.
Los juninenses sufren la falta de agua en distintos barrios de la ciudad, una historia que se repite cada verano en forma sistemática. La deficiencia en la prestación de este servicio esencial en los días más calurosos y especialmente durante la tarde, provoca serios inconvenientes a los vecinos.
El agua, que debería surgir de las canillas con normalidad y tener la suficiente presión para llenar los tanques de las viviendas, llega con cuentagotas, impidiendo satisfacer las distintas necesidades.
Lluvia salvadora
Con la lluvia del viernes, Masa admitió que “hace rato que no teníamos la presión que tenemos ahora”, cuando el calor dio una tregua y bajó la temperatura.
“Esto frena el derroche de una manera importante, porque al llover se detiene en un 100% ya que no se riega, no se lavan veredas ni automóviles ni hay carga de piletas”, señaló.
El funcionario municipal dijo que “estamos muy complicados en la extracción del agua potable, porque nuestras bombas están trabajando al 50% del caudal normal, en muchos casos
El alto consumo y el escaso caudal que pueden extraer las bombas no se están portando en forma normal.
Roturas
Con respecto a roturas aparecidas en la infraestructura de OSM en dos barrios, Masa opinó que “no es algo nuevo, acontece muchas veces. Lo que sucede es que no tenemos tiempo de dar a conocer el hecho por la urgencia de la reparación, no podemos tener parado un pozo de bombeo o una estación de bombeo líquido, como en San Jorge”.
“Pero dada la historia como viene, con un hecho diario, la gente debe saber que estamos con estos inconvenientes que nos atrasan y tienen un costo, y todo influye como para que la prestación del servicio no pueda darse en forma corriente”, agregó.
En lo que hace a los camiones regadores, Masa apuntó que “con la sequía que hay y el calentamiento del suelo, no se nota lo que puede regarse”.
Más calidad, menor caudal
Por otra parte, Masa recordó que “cuando iniciamos la gestión en 2004, se nos presentaba el inconveniente de los contaminantes arsénico y nitrato en la provisión del agua y su calidad. Desde esa época, hay cuatro o cinco pozos de bombeo de gran caudal que debimos parar, para no contaminar y mejorar la calidad del servicio”.
“Además, construimos y están en servicio ya 15 pozos, aportando agua de mejor calidad, aunque son de menor caudal”, explicó, agregando que “también seguimos haciendo nuevos pozos, tratando de lograr ubicaciones estratégicas”.
“Hemos establecido por experiencias propias y siguiendo consejos de estudios realizados hace años con la Facultad de Ciencias Naturales de La Plata, pero se debe tener en cuenta que hay muchísimas conexiones nuevas, barrios nuevos, se ha ampliado el servicio a varios barrios”, agregó.
Masa remarcó que “nosotros tratamos de acompañar este crecimiento con nuevos bombeos, pero las bombas no aportan el mismo caudal que años atrás”.
Empleados
Finalmente, con respecto a los empleados del área, Masa señaló que “la imposibilidad de incorporar más operarios hace que no sea adecuada la cantidad existente hoy. Tenemos que atender más conexiones con al misma cantidad de gente, así que sería importante un aporte de más personal”.
“Nuestro Intendente está en conocimiento de esto y hace lo imposible para aumentar el número”, remarcó.
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