La red cloacal de gran parte de la ciudad está funcionando bajo un sistema de emergencia a raíz de la una rotura ocurrida la semana pasada en la cañería mayor. El intendente Francisco Torroba advirtió que toda la red "está al límite" y que esa infraestructura está al límite de su vida útil. El concejal Marcos Cuelle adelantó un pedido de informes para saber cómo se produjo la rotura.
Cuadrillas de operarios de la Dirección Municipal de Hidráulica continuaban ayer trabajando en la reparación de la cloaca máxima de calle Chile, cuya rotura se produjo el miércoles pasado. "Estamos buscando el lugar donde podamos empalmar los caños, estimamos que mañana (por hoy) o a más tardar el miércoles podríamos terminar y dejar en funcionamiento normal el sistema cloacal", explicó Alberto Pessio, director del área.
La rotura afectó la cañería que va hasta la estación de bombeo (EB2) ubicada en el predio de la laguna Don Tomás. La cloaca máxima tiene 400 milímetros de diámetro y está a cuatro metros de profundidad. Actualmente está funcionando con un sistema de emergencia.
El personal de Hidráulica trabajó sin parar desde que se produjo el inconveniente la semana pasada. Sólo descansaron el domingo. "Los empleados municipales trabajaron hasta 40 horas seguidas para subsanar el problema", destacó Pessio. "Empezamos el miércoles a las 6.00 de la tarde. Ese día estuvimos hasta las 2.00 de la mañana. Al otro día arrancamos a las 7.00 hasta las 3.00. El viernes retomamos nuevamente a las 7.00 hasta las 2.30 de la mañana y el sábado desde las 8.00 a las 22.30. Realmente están haciendo un esfuerzo grande y los vecinos comprenden y reconocen el trabajo".
El director de Hidráulica detalló que "el sábado a la noche tuvimos que tapar la zanja por la lluvia porque había riesgos de desmoronamiento, pero hoy la abrimos nuevamente para empezar a colocar los caños. Tenemos que llegar hasta el caño que está en buen estado para empalmarlo. La dificultad es que hay que cavar a cinco metros de profundidad con barro hasta que lleguemos a esa cañería", precisó.
"Este es un problema de cañerías con muchos años y uno de los puntos puede ser que los gases se comieron parte del caño. La cloaca tiene alrededor de 32 años y hay que pensar en un recambio", advirtió
Al límite.
El intendente Francisco Torroba estuvo el fin de semana junto al secretario de Obras Públicas, Diego Bosch, observando los trabajos en la esquina de Chile y Autonomistas.
El jefe comunal dijo que este problema "debe servir para empezar a pensar en todo lo que hay debajo de la tierra y, sobre todo, para pensar en los costos e inversiones que se necesitan para tener servicios de buena calidad en la ciudad".
Aseguró que "el sistema cloacal de Santa Rosa está al límite" y recordó que "es un sistema que tiene más de 60 años y está todo realizado con caños de fibrocemento que están llegando al fin de su vida útil".
Pedido.
El concejal Marcos Cuelle, integrante de la comisión investigadora de la obra de desagües de la calle Chile, estuvo el lunes en el lugar de la rotura y adelantó que "se va a hacer un pedido de informe" al Ejecutivo.
"Queremos determinar las responsabilidades de lo que ocurrió porque a escasos metros del caño de cloaca que se rompió pasa el desagüe pluvial que está construyendo una empresa, por lo tanto no sabemos si los movimientos de suelos pudieron afectar y descalzar los caños o es producto de la antigüedad de los mismos que se han deteriorado por los fluidos", dijo el edil en declaraciones a la prensa. La empresa que tiene a cargo la tarea es ILKA.
"Tenemos dos preocupaciones: una es la antigüedad del sistema de cloacas de la ciudad y otra es esta obra (de desagües) de la calle Chile en virtud de que se están haciendo movimientos de suelo por parte de una empresa para hacer los pluviales".
Finalmente, el concejal advirtió que hay que poner atención en el sistema cloacal porque "en las cuadras donde antes había cinco o diez familias hoy se han sumado edificios con 10 ó 15 conexiones más, lo cual significa una recarga importante del sistema".
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