"Hace un año que se formó la Mesa del Agua y de la que participamos junto al municipio y otras entidades, pero vemos que nuestro reclamo se está dilatando en el tiempo", señaló Ramón Tello, miembro de la comunidad huarpe de San Miguel de los Sauces.
Tello, junto a otros integrantes de esta población originaria realizaron este comentario luego de una protesta que realizaron frente a la casa municipal lavallina, en la villa Tulumaya. Es que más de 600 familias de la zona de secano siguen consumiendo agua de mala calidad, a pesar de las promesas y las obras en marcha. El viejo sueño de abastecer este sector de agua potable está dando mucho trabajo y sus pobladores ya no quieren esperar más.
Diego Barros, de San Miguel, y Antonio Nieves, de Lagunitas resaltaron que no pueden seguir tomando el agua de allí y explicaron que decidieron movilizarse al centro departamental porque está demorada la solución provisoria a la falta de provisión de agua potable.
Concretamente, Tello indicó que en la Mesa del Agua se acordó entregar 600 tanques de 1.100 litros cada uno para que estas familias tuvieran la posibilidad de almacenar el líquido en forma correcta, ya que actualmente sólo cuentan con tachos y no pueden mantenerlas en buenas condiciones para consumo humano por mucho tiempo.
"Esta solución transitoria ya lleva varios meses de anuncio, pero la comuna, que es la encargada de comprar los tanques, no lo hace y nuestros niños siguen viviendo en condiciones precarias y con riesgo permanente de contraer enfermedades a causa de las malas condiciones sanitarias", explicó Tello.
Resaltó que hace falta una decisión política para apurar las gestiones. En este sentido, los representantes de las comunidades huarpes Paula Guaquinchay de Asunción; Santos Guayama, de Lagunitas y José Andrés Díaz, de San Miguel expresaron que por medio de la Mesa del Agua se consiguió un subsidio del ministerio de Desarrollo Social de la Nación y justamente lo que está demorada es la efectivización de ese subsidio para que la comuna lavallina pueda finalmente llamar a licitación para la compra de los tanques.
"El intendente (Roberto Righi) nos recibió y nos prometió llamar a licitación en cuanto reciba los fondos, en unos dos meses y así esperamos que suceda y que no pase más tiempo", aseguraron Tello, Barros y Nieves, aunque lamentaron que ya pasó otro verano sin agua pura. Encima, Tello indicó que del río San Juan (próximo a San Miguel) "prácticamente no lleva agua y los animales deben consumir la que tenían en un reservorio.
Actualmente, para paliar su falta, la comuna lleva camiones cisterna para abastecer a la población del secano. Lo hace en forma periódica, pero estos esfuerzos no alcanzan para satisfacer las necesidades reales de los pobladores que viven al límite con San Juan.
Justamente en San Miguel, en abril de 2007 se inauguró una planta potabilizadora que extraía la materia prima del río San Juan, pero pocos meses después, los pobladores de este sector y de Lagunitas fueron notificados que el agua analizada tenía altos contenido de boro y plomo, recordó Ramón Tello. Por este motivo, el tanque de la planta también es llenado con agua que traen en camiones cisterna desde Costa de Araujo o Gustavo André.
Los huarpes indicaron que un solo camión recorre todas las poblaciones y que por lo menos deberían ser 4 y en forma permanente.
A la espera del anunciado acueducto
Pablo Termini, director de Ambiente de Lavalle, resaltó que ya están iniciadas las gestiones para obtener el subsidio de la Nación para posteriormente llamar a licitación y así comprar los 600 tanques de 1.100 litros.
"También tenemos la posibilidad de recibir otro subsidio prácticamente por la misma suma y con esto podríamos adquirir tres tanques de 50.000 litros cada uno para cisternas comunes, además de los tanques individuales", agregó el funcionario.
Explicó que actualmente reciben un subsidio de la Secretaría de Ambiente de la Provincia para el transporte de agua hacia los poblados, pero explicó que no deja de ser un tema complejo llevar agua al desierto en camiones por caminos de tierra y a poblaciones muy alejadas.
Aseguró que la entidad Valos se encarga de proveerla a la planta de San Miguel. Sobre el sueño del acueducto para la zona de secano, que desde hace unos años promete la comuna lavallina, Termini aseguró que están realizando los últimos análisis de la perforación de Gustavo André. "Si se determina que contiene agua de óptima calidad, entonces la idea de llevarla desierto a través de un acueducto comenzará a ser una realidad.
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