Debido a la crisis que afecta al sector ganadero, legisladores de la Región Sur rionegrina solicitaron al gobierno la aplicación por un año más de de la Ley de Desastre Agropecuario y la prórroga del pago de los créditos provinciales.
Los legislador de la Concertación, Rubén Lauriente y Gabriela Buyayisqui, presentaron un proyecto de ley para que durante el 2009 se exceptúe a los productores agropecuarios en zona de secano del pago de créditos provinciales afines a la producción, incluyendo todos aquellos otorgados por organismos públicos.
La iniciativa establece que el Poder Ejecutivo determinará en la reglamentación de la ley, el mecanismo por el cual se realizará la refinanciación de los créditos comprendidos en la misma. También establece la posibilidad de prorrogar por el término de 12 meses la vigencia de la norma en caso de que subsistan o se agraven las condiciones actuales.
"El momento es crítico y los productores están vendiendo su hacienda. Comenzaron por los animales más livianos -corderos- y continúan con los vientres, aunque estos últimos son difíciles de colocar en las condiciones de mercado actual",afirman los legisladores en el proyecto.
Entre los fundamentos destacan que "en la provincia de Río Negro, la falta y mala distribución de las escasas precipitaciones caídas durante los años 2006, 2007, 2008 y lo que va de 2009 ha generado una situación de sequía que realmente se ha tornado catastrófica".
Ante esta situación coincidieron en la necesidad de intervenir por parte del Estado, respaldando a los productores primarios por medio de la implementación de medidas tendientes a paliar los efectos que esta crisis tiene sobre sus ingresos.
Según datos del Ministerio de la Producción de la provincia, en el área de ganado bovino las pérdidas se estimadas por terneros no logrados, venta anticipada de vientres, pérdidas de valor por menor peso ante las ventas anticipadas y vientres perdidos por la mortandad alcanzan los 250.000.000 de pesos. En cuanto al ovino, las pérdidas por corderos no logrados, merma en la producción de lana, mortandad de vientres, ventas forzadas y baja del precio de la lana, fueron estimadas en 200.000.000 de pesos. "En suma, la situación de sequía ya implica para los productores de la provincia -4.500 aproximadamente- pérdidas que rondan los 450 millones de pesos. No poseer ingresos suficientes producto de su trabajo principal, significa lisa y llanamente no poder vivir", concluyeron.
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