Tras señalar que las críticas de algunos vecinos a la entidad "generaron malestar", autoridades de la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos local reconocieron ayer que, además de la histórica sequía que atraviesa la región, la falta de obras de infraestructura es una de las razones por las cuales hoy un sector de esta comunidad sufre severos inconvenientes relacionados con la prestación del servicio de agua potable.
También aclararon que la carencia de obras está estrictamente relacionada con las limitaciones económicas y financieras que tiene la entidad, que no cuenta con ingresos suficientes para afrontar grandes emprendimientos como los que se necesitan.
Horacio Mendoza, presidente de la entidad cooperativista concesionaria del servicio, advirtió ayer que, para ejecutar las obras que hacen falta, la única solución es obtener financiamiento estatal.
"Tenemos tres inconvenientes. Por un lado, la falta de agua; por el otro, la carencia de un lugar donde almacenarla; y, en tercer lugar, la escasez de fondos para obras", argumentó el dirigente, quien está a cargo de la entidad desde los últimos ocho meses.
Si bien reconoció que en toda la villa hay baja presión de agua, también aclaró que la falta del líquido afecta sólo a 12 manzanas.
Además, Mendoza se mostró molesto con la actitud de vecinos que han recaudado firmas tendientes a pedir al municipio de Tornquist que retire a la cooperativa la concesión del servicio de distribución de agua potable por red.
"A muchos de esos vecinos los hemos convocado en numerosas ocasiones para que se acerquen a las asambleas, pero no han mostrado voluntad y han dicho que no tienen tiempo. Varios de los que se quejan jamás se acercaron a ayudar", criticó.
Tras señalar que las firmas "no resuelven nada en cuanto al problema de fondo", reconoció que la decisión de rescindir o no el contrato de concesión del servicio es un tema que depende de las autoridades comunales.
"Cualquier decisión que se tome en tal sentido habrá que respetarla, en tanto y en cuanto haya pruebas y fundamentos suficientes", aclaró.
"Por lo pronto, quiero que todo el mundo sepa que estamos haciendo más de lo posible. Sin dinero y con una inclemencia climática como la actual, es muy difícil actuar", señaló.
Mendoza insistió con que los escasos usuarios con que cuenta la cooperativa --alrededor de 700-- hacen imposible encarar obras de envergadura.
"Lo único que podemos hacer es gestionarlas, algo que se está haciendo hace varios años", recalcó.
De todos modos, adelantó que está en marcha un proyecto, ya aprobado por el Instituto Nacional de Asociatividad y Economía Social (INAES), tendiente a emplazar nuevas cisternas de almacenamiento para casos como el actual.
"Actualmente carecemos de capacidad de reserva. El sistema de agua corriente de Villa Ventana data de 60 años y sólo tiene capacidad para procesar unos 400 mil litros diarios a través de dos cisternas de 240 mil y 170 mil litros, respectivamente", informó.
"Esta localidad ha crecido mucho y de golpe, y no hay obra que alcance a satisfacer la demanda. Por otra parte, no hay agua bajo tierra, sino sólo piedras. Lo aseguran los expertos, e incluso numerosos estudios elaborados por la Universidad Nacional del Sur (UNS) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Por ello el problema debe resolverse por otro lado y no con nuevos pozos, porque no vamos a hallar más agua", insistió.
Lo más factible, dijo, es la construcción de un acueducto cuyo valor aproximado es de un millón de pesos.
"Sólo el proyecto --sintetizó-- tiene un costo de 70 mil pesos".
12 manzanas
Mendoza aclaró que la falta de agua afecta a los vecinos que residen en las 12 manzanas situadas en una zona elevada de la localidad y no a los mil habitantes de Villa Ventana.
No obstante, admitió que históricamente el caudal nunca fue abundante, pero aclaró que el problema comenzó a agravarse cuando se produjo el "boom" inmobiliario de la villa.
"Hay mucha gente que miente. Como sucede en todos lados, esto es una cuestión de niveles altos. Si se les pregunta a los principales complejos de cabañas en alquiler, hoy todos cuentan con el servicio", manifestó.
El dirigente enfatizó que la falta de lluvias disparó el problema, el cual --dijo-- "no existiría si se registrara un milimetraje normal".
"Pero acá basta con observar los arroyos, totalmente secos, para darse cuenta de la magnitud del inconveniente. De hecho, el sistema de distribución de agua de la cooperativa funciona a la perfección, pero no se puede hacer nada si no hay agua", sostuvo.
¿Ribetes políticos?
"Los vecinos afectados por la falta de agua se están excediendo. Pedir la renuncia del delegado Rubén Testa, que fue votado por elección, es meterse en un terreno 'bravo' --opinó ayer Horacio Mendoza--. Creo que esto ha empezado a tomar ribetes políticos, porque incluso se está cuestionando a instituciones con más de 50 años de historia en la localidad".
|
|
|