“Estamos en manos del clima. Es decir que si llega a desatarse una tormenta y crece el río, aquí todos podemos quedar bajo el agua”. Con estas palabras, Juan Sarmiento, vecino de La Angostura, resumió lo que sienten los habitantes de esa localidad y de El Molino. Hasta el mediodía de hoy no llegarán las maquinarias que comprometió el Gobierno para reencauzar el río Gastona, que amenaza a esas dos poblaciones y a varias fincas de la zona, ya que corre por el cauce del arroyo Batalla. “No hay tiempo para la burocracia. La solución a esta amenaza a la que estamos expuestos tiene que llegar de inmediato”, añadió Sarmiento.
La población también es consciente de que una nueva creciente puede llevar a la desaparición de cientos de hectáreas plantadas con arándanos, limones, caña de azúcar y soja en las que trabajan más de 2.000 personas. “Aquí están nuestros hogares y las fuentes de trabajo. No permitiremos que el agua sepulte todo”, advirtió Eduardo Cuello. “Todos estamos asustados”, agregó Luis Ponce.
Las autoridades de la Dirección Provincial del Agua (DPA) anticiparon a los representantes de las firmas citrícolas y de arándanos de El Molino y La Angostura, que ya están hechos los estudios y los trámites para que entre hoy o mañana lleguen las maquinas que iniciarán los trabajos de reencauce del Gastona. Restarían algunas firmas de funcionarios del Poder Ejecutivo para que la labor quede aprobada. “Creo que se está haciendo todo lo necesario y con la premura que exigimos, con el propósito de que se comience a trabajar en cuestión de horas”, aseguró ayer Francisco Estrada, titular de la firma de arándano King Berry, luego de mantener un encuentro con funcionarios de la DPA.
Mientras tanto, empleados de citrícolas que temen perder las plantaciones en una eventual creciente, ayer decidieron no perder el tiempo y se abocaron a controlar uno de los desvíos que del cauce a la altura de La Angostura. Con maquinarias y obreros propios, levantaron una defensa con arena y piedra. Con esta precaria medida lograron que la corriente retorne a su cauce principal. También improvisaron defensas con piedras a lo largo de los terrenos expuestos.
Además, desde el ingenio La Trinidad, sostuvieron que la empresa no es responsable del desborde del Gastona, porque la toma de agua de la empresa está lejos de la zona del desmadre. Los vecinos de allí habían dicho que esta toma habían generado el desmadre. Por otra parte, ayer concluyó la reparación del puente sobre el río Chirimayo, en Alpachiri. Desde el sábado estaba clausurado y el tránsito hacia Las Estancias era desviado hacia el puente antiguo. (C)