El intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, realizó una enfática defensa de su criterio de priorizar “los consensos” a la confrontación política, y reiteró que no es posible que el municipio enfrente “ensimismado” los problemas sin tejer relaciones “imprescindibles” con las demás jurisdicciones, particularmente con la Provincia y la Nación. Pidió “disculpas” a los vecinos por cualquier rencilla político-partidaria que lo haya distraído de la gestión, en obvia referencia a la interna que libra con Luis Juez.
Al abrir ayer un nuevo período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, Giacomino pidió “más tolerancia” en los debates, aunque no se privó de reconocer el acompañamiento que recibió su gestión de parte de los ediles durante 2008, quienes aprobaron temas espinosos como el revalúo inmobiliario y la concertación público-privada. Y adelantó que este año se tratarán cuatro ordenanzas que traerán polémica: el límite del 50 por ciento del presupuesto para salarios, la reforma política, el marco regulatorio del transporte y la regulación de bares y boliches.
El intendente puntualizó que 2009 será el año “de las obras estructurales”, entre las que detalló la cloaca máxima sur, que se empieza a construir el mes que viene con un costo de 67 millones de pesos y del tendido de redes en más de 20 barrios. También prometió que el dinero proveniente del revalúo impositivo irá en su totalidad a obras. También reabrió expectativas, “si el Concejo lo aprueba”, sobre la construcción de un subterráneo.
De todos modos, el discurso del intendente hizo más eje en definiciones conceptuales sobre el rumbo de la gestión, que en anuncios puntuales.
La sesión especial tuvo lugar durante la mañana en la propia sede del Concejo y, como estaba previsto, no concurrieron ni Juan Schiaretti, ni el líder del Frente Cívico, Luis Juez. En representación del gobernador fueron el presidente provisional de la Unicameral, Francisco Fortuna y el secretario de Desarrollo Social, Juan Carlos Massei.
Giacomino estuvo acompañado de su gabinete y recibió el apoyó de una ruidosa barra que se ubicó en un salón contiguo.
Dentro del recinto, fue muy ostensible la indiferencia con que siguieron su discurso los ediles oficialistas (a excepción de los tres que responden al intendente: Juan Rodríguez, Virginia Pagnanini y Gustavo Barrionuevo) quienes no aplaudieron ni su ingreso al edificio ni la alocución.
Menos política, más gestión. Desde el inicio de su mensaje, el intendente trazó el “difícil” panorama que impone hoy la crisis económica, y recordó “nada ha sido fácil” desde que asumió.
Señaló que en 2003 la ciudad estaba “literalmente devastada” tras la gestión de Germán Kammerath, pero señaló que el Frente Cívico, al que dijo todavía pertenecer, “también deja fuertes deudas pendientes con los ciudadanos, tras cinco años de gestión”.
“Por la difícil capacidad financiera que enfrentamos, no pudimos aún asumir las respuestas acordes a las expectativas que generamos”, señaló, aunque sin despotricar, como sí lo hizo en otras ocasiones, respecto a la deuda que le dejó Juez.
Aún así, Giacomino consideró que su gestión ha “encontrado consensos luego de las diferencias” y que está avanzando “pese al pesimismo de muchos y la mezquina apuesta a nuestro fracaso de otros”. Admitió que 2008 fue un año de “mucha tensión” y por eso disparó: “Pido mis más sinceras disculpas a los cordobeses por toda discusión política partidaria que haya significado una distracción y un malestar en dicho sentido”.
Machacó sobre conceptos como “pluralidad” y “consenso” y por eso destacó que tras la salida de los referentes que respondían a Juez, tiene a su lado un gabinete “con mucha homogeneidad de pensamiento y acción” para asumir esas prioridades.
“No podemos enfrentar los problemas con un municipio cerrado, ensimismado, sin relaciones con su entorno. No es, ni será esa nuestra alternativa, sino diálogo, participación y más diálogo”, sostuvo. Luego, en un párrafo que pareció inequívocamente destinado a Juez, agregó: “Le pido a todos los liderazgos políticos y sociales relevantes, que ofrezcamos a la ciudadanía nuestros puntos de vista con respeto y tolerancia. Córdoba debe discutir con altura, acorde a su pasado, como innovamos para el futuro. Reemplazando el agravio por el diálogo”.
Insistió en que la ciudad “no puede vivir en un marco de campaña electoral permanente” y referenció que el Concejo puede mostrarse como “el mejor tributo al consenso”, por la producción legislativa del año pasado a pesar de las diferencias políticas.
Discurso completo
Los anuncios
Infraestructura. Finalización de la planta de Bajo Grande. Nexo cloacal para Valle Escondido. Reparación de la planta de barrio Avellaneda. Cloaca máxima sur. Ampliación redes cloacales. Red de agua para 33 barrios. Red de gas natural para los barrios María Lastenia, Villa Gran Parque, Cabildo y Coronel Olmedo. 10 millones de pesos para equipar áreas operativas.
Espacios verdes. Recuperación del Parque Puesta del Sol y de la laguna del Parque Sarmiento.
Transporte. Ferrourbano y convenio para el subterráneo. Construcción de 10 kilómetros de ciclovías. Marco regulatorio del transporte.
Desarrollo urbano. Recuperación del Centro. Creación del Instituto de Planificación Urbana.
Participación ciudadana. 25 millones de pesos para el presupuesto participativo. CPC número 12 en el Chalet San Felipe.
Salud. Aumento del 45% en el presupuesto para insumos. Habilitación del shockroom y del tomógrafo en el Hospital de Urgencias. Programa de atención primaria a embarazadas. Programa de detección temprana de la discapacidad.
Análisis
Obras, sólo con fondos "K"
Por Diego Marconetti.
Si algo volvió a quedar claro ayer en la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de Córdoba –además de la ruptura en el Frente Cívico– es que las únicas obras importantes que se pueden realizar en la ciudad sólo son las que financia la Nación.
Ayer, el intendente Daniel Giacomino anunció que los hitos de este año en obras públicas serán la finalización de la ampliación de la planta de líquidos cloacales de Bajo Grande, la construcción de nuevas redes de saneamiento, la puesta en marcha del ferrourbano y la construcción del subte.
En el Ejecutivo municipal están convencidos de que la única forma de poder materializar esos anuncios es con fondos nacionales. Sostienen que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner comprometió para la ciudad aportes que superarán los mil millones de pesos en los próximos tres años, en obras que jamás se podrían realizar con recursos propios.
Giacomino volvió a demostrar que la administración municipal no dispone de dinero más que para salarios y servicios básicos. Y nada indica que eso vaya a cambiar, pese al revalúo de las tasas que cobra el municipio.
Pero esa dependencia nacional tiene un riesgo enorme, ya que está atada principalmente al humor kirchnerista. Los resultados de la elección legislativa de octubre próximo serán la prueba de fuego para saber si ese compromiso en fondos para obras se mantiene. Si el humor cambia, la ciudad deberá seguir esperando, como lo hace desde 2001, por tiempos mejores.