Pasaron casi cinco meses desde que el ducto de la planta potabilizadora causara destrozos durante una prueba, pero no tienen repuesta del seguro ni de la constructora
A casi cinco meses de la explosión del caño de agua potable en la avenida Esteban Laureano Maradona, en el sector de la ciudad conocido como Circuito Cinco, los vecinos y comerciantes siguen esperando que se les retribuyan totalmente las pérdidas sufridas y que se repavimente ese segmento de la arteria.
La falta de una solución definitiva afecta principal y directamente a cuatro edificaciones -viviendas y locales- que se encuentran en el punto en que el caño que viene de la planta potabilizadora explotó durante una prueba. Esas construcciones aún tienen paredes manchadas, aires acondicionados torcidos o golpeados por los trozos de tierra despedidos y daños en la infraestructura de las entradas y parterres.
Sin embargo, también quienes circulan por la avenida se ven perjudicados, porque media calzada de la avenida mencionada aún tiene pavimento roto y la tierra con la que se tapó el gran pozo que se formó se esparce por la zona. Polvareda en días secos y lodo en días de lluvia representan un verdadero peligro para ciclistas y motociclistas, según ellos mismos contaron a La Mañana.
“Además sufrimos de pérdidas en lo económico, porque algunos tuvieron que pintar sus casas nuevamente de su bolsillo, y otros, como yo, ven reducida la cantidad de clientes que llegan hasta sus locales por el barro que se forma y el mal aspecto que tiene ahora la entrada que, en mi caso, hice construir”, contó el farmacéutico Néstor Rivero.
El profesional señaló los destrozos que la explosión causó en un equipo de refrigeración de su local y en el cartel luminoso que había hecho colocar y que ya no puede encender por un daño en la conexión. Las paredes con manchas del barro completan un perjuicio por el que aún no fue resarcido, al igual que sus vecinos.
“La gente que está haciendo el tendido de los caños ha roto en toda la ciudad, pero se ha olvidado después de lo que ocurrió y nadie se hace responsable. Hablaron del seguro, sacaron puras fotitos, pero nadie apareció para solucionar esto”, agregó.
Reclamo
El último contacto que los vecinos perjudicados tuvieron con los responsables fue antes de fin del año pasado, después de Navidad y antes del 31. “Supuestamente era gente representante del seguro”, acotó Rivero, pero después no se supo más nada.
Incluso los vecinos más afectados se juntaron para hacer quejas grupales para darle fuerza al reclamo y contrataron a un abogado, pero “todo tiene un costo” y no pudieron solventar lo que habían encarado.
Cuando Defensoría del Pueblo se hizo presente, continuó Rivero, pensaron que podía prosperar un reclamo, pero tampoco se llegó a nada y, después de tomar conocimiento de la situación, del organismo tampoco se supo más nada.
Los vecinos esperan que las autoridades del Gobierno exijan a la empresa “que sería mendocina y provisoria”, según señaló Rivero, que repare los daños causados por la explosión ocurrida en octubre para que las actividades vuelvan a ser como antes, sin peligro para los transeúntes ni perjuicios para quienes sufrieron los impactos de tierra y escombros. |
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