El intendente Oscar Romera abrió ayer las sesiones legislativas subrayando que "estamos trabajando en un clima bastante enrarecido porque desde el Ministerio de Economía (de Río Negro) nos dicen que van a ajustar", al tiempo que pidió "la crítica sana, porque fortalece. Sabemos para que nos eligieron y estamos trabajando para mejorar la calidad de vida de los que nunca tuvieron oportunidades, como sí tuvieron otros ciudadanos".
En otro tramo de su discurso valoró las obras de agua y cloacas concretadas durante su gestión, pero se quejó por las demoras en la entrega de la nueva infraestructura hospitalaria, prometida por la provincia.
"Pese a nosotros, este pueblo crece y tiene un gran destino por su gente", graficó ante los concejales oficialistas y opositores (que lo miraron absortos), y donde la nota curiosa la protagonizó la legisladora electa Teresa Hube, de PAyS, a quien todavía no le permiten ocupar la banca que dejó Jesús Güenuleo (con licencia de 6 meses por enfermedad), y escuchó la sesión desde la vereda.
A su turno, el jefe comunal confirmó que "en 45 días se llamará a licitación por las obras del Promeba, una deuda histórica con 400 familias carenciadas" y citó además "las 235 hectáreas en El Foyel destinadas a la relocalización del aeropuerto y disponer de las tierras hacia donde tiene que crecer este pueblo".
La cuestión social tuvo su enfoque con "el trabajo de la mesa coordinadora que en 30 días nos permitirá habilitar consultorios médicos y odontológicos en el Centro Integrador Comunitario (CIC), en el barrio Primavera, donde ya están aprobados además cerca de 300 mil pesos para levantar un SUM", detalló.
Romera anticipó asimismo que -luego de un convenio con el Ministerio de Educación-, "el municipio se hará cargo de la compra de alimentos frescos para los comedores escolares, en reemplazo de los preelaborados".
Si bien no profundizó en la cuestión, el intendente abordó a medias las restricciones económicas que sobrevuelan las finanzas de la comuna "por la crisis internacional y nacional, a la que no escapa El Bolsón", donde se vio obligado a rebajar su propio salario (y el de los concejales) en un 30 % y a sus funcionarios en un 20%, lo que habría motivado la renuncia del secretario de Hacienda, Wálter Forestier.
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