Luego de las escasas lluvias en la ciudad, resurgieron los problemas en diversos puntos de la ciudad por la falta de mantenimiento necesario para que las calles no queden intransitables.
Un punto crítico es el que está ubicado en la esquina de la Avenida Trabajadores Municipales (continuación de Beiró hacia la Ruta Nacional 226), en su intersección con la calle Tucumán.
En ese lugar, donde hace pocas semanas los vecinos denunciaron un corral de engorde clandestino, los vecinos del barrio Arco Iris deben literalmente navegar sobre una laguna que cubre toda la calle, por el agua que baja por una pendiente pero queda estancada en el lugar.
“Cada vez que llueve, un poco como hoy, el lugar se vuelve intransitable para los chicos, grandes y abuelos que tienen que pasar obligados por el lugar, ya que es la principal salida del barrio para Villa Italia y el centro” narró uno de los vecinos.
Cierto es que no sólo los caminantes deben sortear el lago, sino que motos y autos deben reducir la velocidad porque nadie sabe qué puede haber debajo de la laguna artificial.
“Lo que estamos pidiendo es que hagan alguna canaleta o zanja para que el agua que baja por esa pendiente siga circulando hasta la ruta, porque con la acumulación de los días hasta se siente mucho olor a podrido” se quejó otro de los habitantes, conocedor del trastorno que les toca vivir.
Cabe recordar que semanas atrás, vecinos de la misma barriada denunciaron ante la Dirección de Bromatología sobre el caso de un corral de cerdos ubicado en Beiró y Tucumán donde estaba instalado un corral con porquerizas que no supera la veintena de animales.
El estancamiento de las aguas, según pudo presenciar ayer a la mañana esta Redacción, está en permanente contacto con lo que quedó de esos grandes corrales que fueron cerrados por infracción a la ordenanza que regula la actividad. |
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