La ola de reclamos contra los drásticos aumentos en el costo de los servicios de agua corriente y cloacas no tiene freno. Ayer, a las expresiones de rechazo de decenas de usuarios se sumaron las que en el mismo sentido formularon concejales platenses y entidades de defensa de los consumidores.
Por tercera jornada consecutiva, los mostradores de Aguas Bonaerenses en 5 y 49 fueron caja de resonancia de las protestas. "Vine porque pagaba 11 pesos y ahora me quieren cobrar $58; me pareció lo más adecuado y justo pedir un medidor" señaló Juan Carlos Merlo: "pero ahora me quieren cobrar $500 por la colocación; al final, no voy a instalarlo porque no me da el cuero, y tampoco sé si voy a pagar la boleta".
En la oficina municipal de Defensa del Consumidor se admitió que "las quejas son muy numerosas". Roberto Daoud, titular de la repartición, adelantó que "las estamos tomando y unificando para promover una mediación ante ABSA, en conjunto con la Defensoría Ciudadana. Sabemos que la empresa está dispuesta a revisar la recategorización de cada lugar, y a rever casos puntuales de usuarios que acrediten la imposibilidad de hacer frente a los pagos, lo que constituye un avance importante".
El descontento vecinal también repercutió en el Concejo Deliberante. La edil oficialista, Teresa Razzari, presentó ante el cuerpo un pedido de informes que apunta a que la firma prestataria "dé a conocer qué criterios se utilizaron para calcular los aumentos", "cuántos abonados a la tarifa social existen", y si se "notificó fehacientemente" a los consumidores.
En tanto, desde la sede local de CADUC (Comisión Asesora en Defensa de Usuarios y Consumidores) se comunicó la "fuerte oposición a todos los aumentos inconsultos y desmedidos', y se aclaró que "por más que el agua estuviera barata no hay razón para subir las tarifas de semejante manera".
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