Dos muertos en el centro de la provincia y uno más vinculado indirectamente, 500 familias evacuadas en Paraná y numerosos autoevacuados en la capital provincial, rutas cortadas y calles inundadas en varias localidades fue el saldo de la intensa agua caída entre anteayer y ayer en la región, que en algunas zonas superó los 200 milímetros. Una vez más, la postal de los árboles caídos, los cables de luz rotos y el agua adentro de las casas se apoderó del centro y sur santafesinos, tras una tormenta que afectó básicamente a la provincia, Entre Ríos y Córdoba. En Rosario cayeron 111 milímetros.
En San Martín de las Escobas, a las 23.20 del martes, un hombre de 58 años murió electrocutado junto a su hijo de 16 cuando transitaban por una bocacalle y tomaron contacto con un cable del tendido eléctrico caído en la tormenta. Si bien son disímiles las versiones, se considera que el primero en tocar accidentalmente el cable fue el menor y, luego el padre intentó auxiliarlo. Ante la desesperación, un vecino trató de socorrer a los dos electrocutados y recibió una fuerte descarga que no le ocasionó lesiones mayores.
Las víctimas fueron identificadas como Aldo Luis Nievas y su hijo René. Ambos cruzaban una bocacalle del pueblo de tres mil habitantes del departamento San Martín, a 165 kilómetros al noroeste de Rosario.
Por orden del titular del Juzgado de Instrucción de Rafaela los peritos investigan el caso para fijar la secuencia del luctuoso suceso. Los primeros análisis fijaron que el hombre mayor presentaba quemaduras en ambas pantorrillas mientras que su hijo no tenía heridas a la vista. El servicio eléctrico permaneció interrumpido hasta media mañana de ayer y las escuelas no dieron clases en señal de duelo.
Un ahogado en Sastre. Aunque no estuvo vinculada estrechamente sino que fue una consecuencia posterior, el temporal provocó indirectamente una tercera víctima fatal. Un menor de 17 años se ahogó en un estanque dentro del predio de una fábrica abandonada. Como consecuencia de las intensas lluvias, el antiguo reservorio de agua de las calderas de la ex fábrica de caramelos y galletitas Sasort, se inundó con el remanente de los desagües pluviales aledaños.
Un grupo de jóvenes que viven en las inmediaciones ingresaron al predio con intenciones de recrearse y se sumergieron en las aguas del depósito.
Más tarde y a pesar de las advertencias de sus compañeros, el joven identificado como Adrián Barrios se zambulló en la pequeña laguna y se perdió de la vista de sus compañeros. Según señalaron, no sabía nadar.
Uno de los bañistas contó a LaCapital que intentó socorrerlo sin éxito. "Me acerqué al lugar donde había desaparecido, lo toqué y él me tiró con fuerzas hacia abajo. En el intento de sacarlo se deslizó y no pude volver a encontrarlo", dijo.
Ante la emergencia pidieron la asistencia de los Bomberos Voluntarios Sastre, tras una intensa búsqueda con elementos de salvataje y una canoa lograron sacar al joven de las aguas y comenzaron las tareas de reanimación junto a personal de la guardia médica del Samco y efectivos de la comisaría 1ª, aunque resultaron infructuosas.
Lluvias abundantes. En la totalidad de los distritos del departamento San Martín las precipitaciones superaron los 100 milímetros con un indicador máximo de 200 en Sastre. Si bien en varias localidades hubo complicaciones, en esa localidad las autoridades comunales, bomberos y policías debieron asistir a unos 30 vecinos, pero no hubo evacuaciones.
En Santa Fe. En apenas seis horas la sequía dio paso al temor: llovieron casi 150 milímetros. Aunque sin el horror de la fatalidad, la pesadilla igualmente se instaló en no pocos hogares a los que invadió el agua.
Acostumbrada al rigor extremo de las aguas, la sociedad santafesina es hipersensible cuando ésta invade sus espacios. La lluvia sostenida toda la noche y hasta la madrugada de ayer anegó calles y hogares, provocó la autoevaluación de más de 100 personas en tres centros habilitados, imposibilitó el dictado de clases en escuelas, impidió el desplazamiento de autos y provocó caída de árboles. En Santo Tomé cayeron 112 milímetros y hubo 80 evacuados.
Roberto Porta, secretario de Obras Públicas y Recursos Hídricos municipal, expresó que "la ciudad padeció una lluvia de 140 milímetros. Con respecto al control de sistema de bombeo y reservorio, su funcionamiento fue adecuado". El funcionario destacó el auxilio de organismos provinciales y el Ejército Argentino.
Los santafesinos temían estar frente a una situación que reeditara las pesadillas vividas en el 2003 o el 2007. Por tal razón los medios de comunicación, los servicios de asistencia y los teléfonos de las oficinas públicas relacionadas (municipales o provinciales) permanecieron casi toda la jornada colapsada por los llamados, quejas y reclamos.
Los populosos barrios del noroeste de la ciudad, Barranquitas, Pompeya y Yapeyú, y fueron los más afectados por el temporal. En no pocos hogares el agua ingresó hasta una altura por encima de los 30 centímetros, aunque los moradores optaron por permanecer en ellos. El intendente, Mario Barletta, valoró que las autoevacuaciones se hicieran con tranquilidad y con apego al plan de contingencia. "Las estaciones de bombeo instaladas al borde del río Salado, en la zona oeste, funcionaron de acuerdo a lo planificado", dijo el intendente y justificó los anegamientos en que "aún no hay un sistema de desagües pluviales en la ciudad de Santa Fe, que va a llevar tiempo y dinero en concretar. La basura que llega a los desagües pluviales obstaculiza en muchos casos el buen funcionamiento de los desagües".
Anoche la ciudad de Santa Fe aún tenía calles intransitables, vecinos evacuados, e inconvenientes de diversa índole.
Ruta 33, cortada. La ruta 33 se cortó a las 10 por el derrape de agua sobre la calzada en varios puntos entre Zavalla y Pérez. Ayer al mediodía hubo unos 25 centímetros y se esperaba que siguiera subiendo por el caudal de agua que proviene de los campos. El agua sobrepasaba unos 15 centímetros de la calzada el kilómetro 767, a 800 metros de la Curva de la Muerte y pasando el puente sobre el Ludueña donde está la imagen de la Difunta Correa. Frente al ingreso del predio de retiro del Arzobispado y el camping Atrar (de los talleristas) llegó a los 30 centímetros. Además se inundó el cruce con la A-012, a la altura del kilómetro 764 entre la A-012 y Pujato.
El intendente de Pérez confirmó que no hay evacuados porque desde las 6 se estuvo revisando los drenajes. "Fueron 14 horas en las que cayeron 180 milímetros", dijo y acotó "el agua se concentró sobre toda la cuenca del Ludueña que comienza en Pujato pero si afectó a la A-012, arriba llovió mucho. Recién a la noche empezará a bajar".
En la ruta 11, fue interrumpido el paso por el agua sobre la calzada, un kilómetro al norte de Barrancas y ocurrió lo mismo en distintos sectores de la traza.
La lluvia afectó más la ruta a la altura de Recreo, Iriondo, Llambi Campbell y al norte de Santa Fe Capital. Igual situación se vive al sur de Santa Fe, a la altura de Sauce Viejo y en el arroyo Los Padres.
Cuarenta evacuados en Arroyo Seco
Unas 40 personas debieron ser evacuadas ayer por el municipio local tras el intenso temporal de lluvia que se abatió sobre la región y que, entre otras consecuencias, provocó el desborde del Arroyo Seco.
Justamente, las familias evacuadas habitan a la vera de ese curso de agua situado al noroeste de la ciudad, y pertenecen a los barrios Ombú y Las Ranas.
"Los evacuados fueron trasladados hacia un salón del Centro Cultural municipal y por el momento no presentan inconvenientes. Igual estamos alerta porque si persisten las lluvias habrá más evacuaciones", señaló el secretario de Gobierno municipal, Marcelo Troilo.
"Les dimos colchones, frazadas y otros materiales a estas personas evacuadas. Nos hemos comunicado con funcionarios del gobierno provincial, quienes adelantaron que tendremos la ayuda que se requiera", añadió el funcionario.
En Villa Constitución. El derrumbe de dos paredes de una casa de la zona de barrancas del Paraná y el anegamiento de un barrio situado al suroeste de la ciudad fueron las consecuencias más graves que provocó el temporal en esta ciudad.
"Personal de Acción Social y Obras Públicas trabaja en bulevar Seguí y Lisandro de la Torre, donde se derrumbó parte de una casa edificada en la barranca media. No hubo víctimas y la situación allí está controlada", señaló el secretario de Gabinete, Ariel Valido.
En tanto, un grupo de vecinos de barrio Primucci, donde viven unas 80 familias, llegó hasta el municipio para reclamar la "urgente construcción de un desagüe que permita drenar el agua del barrio, que está inundado".
"Hay áreas donde el agua llega a la rodilla y están comprometidas viviendas, cuyos moradores han perdido muebles y otros elementos", se quejó.
"Hace años que reclamamos la construcción del desagüe, y si no se hace cortaremos la ruta para que alguien nos escuche y se termine esta burocracia. Así como estamos no podemos vivir", sostuvieron los vecinos.
Paraná, en emergencia
Unas 500 familias resultaron damnificadas en Paraná, Entre Ríos, donde además se decidió no iniciar las clases a raíz de los múltiples inconvenientes que ocasionó la tormenta.
"En este momento tenemos unas 500 familias afectadas, entre evacuados, autoevacuados y gente que necesita ayuda", expresó Gabriel Pacífico, director de Defensa Civil de la ciudad de Paraná, a raíz del temporal que también azotó en la madrugada de ayer a la capital entrerriana.
Las autoridades conformaron un comité de crisis que difundió una serie de recomendaciones de seguridad a la población y habilitó algunos centros de evacuados en la sede de la vecinal del barrio Libertad, en el albergue de La Toma Vieja y en Puerto Viejo.
El excesivo caudal caído y los residuos hicieron que la bocas de tormenta no alcanzan para evacuar a buen ritmo el agua, lo que provocó diversos inconvenientes para el tránsito.
También se registraron anegamientos en la zona del complejo del túnel subfluvial, aunque el paso a la ciudad de Santa Fe no debió ser interrumpido.
Paraná mostraba ayer árboles caídos en muchas calles y gran cantidad de viviendas inundadas. Una de las principales calles cortadas fue la avenida Almafuerte a la altura del puente de hierro.
"Ahora se requiere solidaridad y tranquilidad", dijo el intendente Juan Carlos Halle, y en tal sentido se supo que vecinos de la zona de calle Güemes y Laurencena estaban alojando a personas damnificadas.
Afortunadamente, pese a la fuerza de la tormenta no se produjeron víctimas fatales y sólo hubo algunos accidentes de regular gravedad.
En tanto, en la localidad de San Benito se desbordó el arroyo Las Tunas en el acceso a la localidad y varios barrios fueron invadidos por el agua, que entró hasta medio metro dentro de las viviendas.
Una situación similar se vive en María Luisa. Juan José Segovia, titular de la Junta de Fomento, consideró "preocupantes" los padecimientos de los vecinos. "Se nos inundó el barrio nuevo y tuvimos que evacuar (principalmente calle López Jordán). Alrededor de 30 o 40 centímetros de agua entró a las casas", precisó. También se inundó todo el costado de la ruta antes de llegar a Maria Luisa por Crespo.
En Córdoba y San Juan
El temporal se extendió a la región central del país y provocó la evacuación de 33 familias en la ciudad de Córdoba y en La Tordilla, Río Ceballos, Alta Gracia y Los Chorrillos.
Se produjeron también anegamientos en Río Tercero y Villa Dolores, mientras que Defensa Civil indicó que los ríos serranos crecieron obligando a clausurar vados y puentes y a abrir el vertedero del dique San Roque, en Carlos Paz.
En San Juan, 50 personas fueron evacuadas en Valle Fértil, Chucuma y Astica, donde el desborde del río cortó la ruta 510. También, se suspendió el suministro de energía y de agua potable.
Algunas familias fueron evacuadas y aunque no hubo heridos, se registraron grandes pérdidas materiales y el derrumbe de varias viviendas.
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