A pesar de que se habían anunciado aumentos de hasta 200%, la tasa que cobra la empresa estatal Aguas Bonaerenses SA (ABSA) por el servicio de provisión de agua potable y mantenimiento de cloacas en 62 partidos de la provincia de Buenos Aires registró este mes incrementos de hasta 549%, lo que motivó quejas y anuncios de reclamos masivos y presentaciones judiciales, cuando aún ni siquiera fueron distribuidas todas las boletas.
Ninguna autoridad de ABSA explicó por qué algunos usuarios deben pagar cuotas con un aumento tan superior al máximo anunciado. LA NACION intentó comunicarse con el presidente de la empresa, Guillermo Scarcella, quien ayer no estuvo disponible. Tampoco se sabe qué niveles de incremento sufrieron los usuarios que aún no recibieron sus facturas. Voceros de la empresa dijeron que al menos hasta hoy no habría disponible ningún dato sobre el aumento promedio ni sobre la cantidad de usuarios afectados, que Scarcella había ubicado en 10% del total de clientes de ABSA, unos 600.000 hogares.
Sucede que, para la mayoría de los usuarios de ABSA, la tasa por pagar no se calcula por el consumo realizado en el mes, ya que el servicio no está medido, sino con base en una fórmula que tiene en cuenta la valuación fiscal del inmueble, y el gobierno bonaerense autorizó a ABSA a actualizar la tarifa mediante el recurso de tomar una valuación fiscal más reciente: la de 2005 en lugar de la de 1991, que se utilizaba hasta ahora.
También hay otros factores que inciden en el aumento, como la posesión de piletas como parte de la construcción, dijeron fuentes oficiales. Sin embargo, no se informó en qué medida influye ese aspecto, cuál es el incremento promedio de la valuación fiscal de los inmuebles del área de servicio de ABSA entre ambos años o qué ponderación tiene esa valuación en la fórmula que determina el monto por pagar.
Las quejas no se hicieron esperar. La asociación Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco) recibió más de un centenar de denuncias de Merlo, Moreno, San Miguel, San Antonio de Padua, Nueve de Julio y otros distritos bonaerenses donde ABSA presta servicio. Un usuario de Bella Vista, en San Miguel, presentó una boleta por un monto de $ 76,43, en lugar de los 11,77 que venía pagando hasta el mes pasado, dijo a LA NACION Pedro Bussetti, presidente de la entidad de defensa de consumidores. Es un incremento del 549 por ciento.
Bussetti dijo que Deuco hará una presentación judicial para frenar el aumento, cuya forma se definirá hoy. Recordó que la Suprema Corte de Justicia bonaerense ya había resuelto en 2003 dejar sin efecto un aumento en la tarifa del agua corriente dispuesto por Aguas del Gran Buenos Aires (AGBA), a raíz de un recurso de la entidad, aunque aún falta decidir sobre la cuestión de fondo. También criticó la "falta de información" con que el Estado bonaerense implementó el incremento tarifario.

Quejas aquí y allá
La protesta de los usuarios indignados no se vehiculizó sólo a través de Deuco. Anteayer, en Chivilcoy, un grupo de vecinos realizó un cacerolazo en la plaza central, frente a la municipalidad, en repudio de los últimos aumentos de impuestos y tasas, entre ellas la del servicio de agua y cloacas. En tanto, un grupo de moradores del barrio San Carlos, de esa ciudad, comenzó a recolectar boletas con grandes aumentos para enviar sendas cartas documento a la empresa y a Defensa del Consumidor, según registró en los últimos días la prensa local.
Sin embargo, muchos otros pagaron, resignados. "¿A quién le voy a reclamar?", se preguntó Liliana Greco, una profesora de yoga de 43 años que vive junto con su padre jubilado en pleno centro platense. Consultada por LA NACION, Greco explicó que la cuota de ABSA, que habitualmente ronda los $ 20 en su caso, aumentó repentinamente a casi 90: un incremento de 350%. Reconoció que el monto anterior "era barato", pero ahora, dijo, la empresa se fue al otro extremo: "Noventa pesos es demasiado".