Finalizado el encuentro entre el Secretario de Ambiente, Homero Bibiloni, y representantes asambleístas de Gualeguaychú, la Secretaría de Ambiente y la Cancillería confirmaron su intención de utilizar la mancha aparecida en el Río Uruguay y las emanaciones de los últimos meses como "parte de la argumentación argentina en las audiencias orales en La Haya".
"Los dos ejes que ha motivado la controversia en La Haya, es decir la violación al tratado del río Uruguay y el perjuicio sensible al ambiente, es lo que hemos ratificado hoy y explicitamos (a los asambleístas) la tarea de monitoreo y vigilancia que hoy estamos haciendo", declaró Bibiloni momentos después de la reunión.
"Hemos tenido un diálogo muy constructivo y positivo, estamos muy satisfechos, la posición del gobierno argentino (se expresó en) un documento que ellos han interpretado adecuado a las expectativas", dijo Bibiloni a los medios luego del encuentro.
Sin embargo, gran parte de los asambleístas presentes en la reunión manifestaron estar "nada conformes" con la actitud de funcionarios de la primera línea nacional y provincial que vienen señalando públicamente que no hay muestras firmes de contaminación de Botnia, "lo que también lastima la estrategia oficial ante La Haya y rompe la condición de reserva". Otros, señalaron que volvían a Gualeguaychú "medianamente satisfechos" confiando en que el Gobierno nacional utilizará todas las pruebas de contaminación ante el tribunal internacional.
En diálogo con la agencia Télam, Bibiloni consideró que la reunión se dio "en un clima muy cordial y respetuoso", y dijo haber "escuchado atentamente las inquietudes de la Asamblea y ellos escucharon las exposiciones del Gobierno y en este marco hemos redactado este documento que no mereció reparos de parte de la asamblea".
Luis Leissa, abogado de uno del asambleísta Jorge Fritzler, habló también con los medios y dijo que se retiraban "satisfechos con el comunicado que ratifica" la violación al Estatuto del río Uruguay y el "perjuicio sensible" al ambiente, lo que calificó como un "paso adelante".
"Hemos encontrado el espacio para explicar nuestra postura", afirmó tras la reunión, pero aseveró que estará "conforme cuando el fallo de La Haya determine el desmantelamiento de Botnia".
El encuentro había sido pactado para este tarde y todos cumplieron. El titular de la Secretaría de Ambiente, Homero Bibiloni, funcionarios de la Cancillería argentina, integrantes de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú y hasta el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, se reunieron en Capital Federal para analizar el estado ambiental de la ciudad entrerriana desde que fue instalada y puesta en funcionamiento la pastera Botnia.
El acuerdo de la audiencia había sido motivado por dos cuestiones fundamentales respecto de la contaminación que estaría acechando a la ciudad de Gualeguaychú. Una era el análisis de la contaminación que está generando en la región la empresa finlandesa mediante la creciente acumulación de dioxinas y furanos frente a las playas del balneario El Ñandubaysal.
El otro tema excluyente, para quienes llevan más de dos años cortanto las rutas, habría sido la mancha aparecida el 5 de febrero en el río Uruguay que, según un informe del laboratorio de Obras Sanitarias de la Municipalidad de Gualeguaychú, dejó sin oxigeno el sector del río Uruguay por el que se desplazó. El informe reveló que dentro de la mancha, que se supone partió desde Botnia, el oxígeno disuelto dio cero, lo que implica que la vida no existió en el tramo del río afectado.
Según informaron en declaraciones a la prensa, momentos antes de ingresar a la audiencia, los asambleístas representantes recibieron la orden expresa del grupo ecologista de que "en caso de que se intente tocar el tema de los cortes" se "retiren" de la mesa de diálogo.

Formaron parte también del encuentro autoridades de la delegación argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) presidida por Hernán Orduna y el intendente de Gualeguaychú Juan José Bahillo, según se informó oficialmente.