En las primeras horas del miércoles, desbordó el río Grande a la altura de Punta del Campo (zona norte de este poblado), pasando por alto precarias defensas y terraplenes de áridos, arrasando con plantaciones de tres productores de tomate y pimientos ya para cosechar y plantines de lechugas recién sembrados.
Recién por la tarde tomó conocimiento del evento el comisionado municipal Javier Quispe, por denuncia de los productores José Mendoza, Teodoro Mamaní y Edmundo Chuchuy, quienes poseen terrenos de cultivo colindantes. A la mañana Quispe había recibido a personal de la Dirección de Hidráulica que arribaron en el marco de tareas de observación y supervisión. “Mientras estuvieron ellos no supimos nada de estos casos, ya que los mismos propietarios recién se enteraron después de mediodía y, luego de constatar los daños, dieron a conocer la novedad”, refirió.
Quispe dijo que en 2008 fueron constantes los reclamos ante los organismos pertinentes y que se realizó tareas conjuntas de planificación con reparticiones provinciales y nacionales para prevenir y proteger, con obras de envergadura, esta margen del cauce. “Pusimos bien en claro que toda la ribera del pueblo está en situación de emergencia y de serio riesgo de ser desbordado por el curso de agua en épocas de creciente. Lo que más alarma es que en algunos tramos, el lecho del río está por encima del pueblo mismo, en consecuencia sería nefasto el ingreso de las aguas por las arterias principales”.
“Seguiremos insistiendo con estas obras tan necesarias para Maimará la prueba está a la vista, el río Grande nos está amenazando desde hace muchos años y necesitamos, con suma urgencia, atención del Estado para salvar el pueblo”, reflexionó Quispe mientras asistía, escuchaba y tomaba nota de los daños provocados por el fenómeno climatológico a los damnificados por la creciente del fin de semana y del miércoles.
Los costos negativos estimados a groso modo en el lugar, reflejaron los siguientes datos: José Mendoza dejaría de cosechar 400 cajones de pimiento, a un costo de $ 15 cada uno ($ 6.000 en total);igual cantidad calculó para el tomate y finalmente, las pérdidas en lechuga, rondarían los $ 2.000 pesos.
En ausencia de Walter Mamaní, productor vecino de Mendoza, su padre reveló que aproximadamente sufrió las mismas consecuencias. Otro ausente fue Chuchuy, que también padeció esta inclemencia del tiempo sin poder calcular los costos adversos.
|
|
|