Su mayor deseo por fin se le cumplió. Adalberto Lazcano, desde que llegó a la colonia La Ladera, en la parte alta del municipio, tuvo que almacenar en tambos y cubetas el agua que utilizaba su familia. Hoy por primera vez hay suficiente líquido en su comunidad.
“Es muy penoso estar sin agua, siempre la racionábamos. Ahora que ya tenemos es lo más bonito que puede sentirse. Ahora la cuidaremos más que antes porque ya sabemos lo que es vivir sin ella”, contó.
En esta colonia, que es una de las de mayor rezago social de Chimalhuacán, que es considerado por el gobierno federal como el municipio urbano más marginado del país, más de 3 mil 750 habitantes ya cuentan con el servicio de agua potable que era lo que durante años siempre demandaron a las autoridades.
El ayuntamiento puso en funcionamiento un tanque regulador que tiene una capacidad de 220 mil litros de agua al que destinó una inversión de más de un millón y medio de pesos.
Sin embargo, estimaciones de las autoridades municipales establecen que en Chimalhuacán aún no tienen agua potable más de 30 mil personas que se abastecen del líquido a través de carros cisterna, por el que tienen que pagar más de la cuota anual que fija el organismo de agua local.
De acuerdo con el director del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Odapas) municipal, Telésforo García Carreón, al iniciar la actual administración en 2006, más de 25 mil familias carecían de ese servicio.
Las comunidades Tepenepantla, Tlatel Xochitenco, El Llano, El Capulín y Tlacaelel son de las que no disponen del suministro de agua potable en la actualidad.
El alcalde Marco Antonio Lázaro calculó que se requieren 50 millones de pesos para cubrir los rezagos que existen en infraestructura hidráulica en el municipio.
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