Irma Pérez vive en la calle 20 y, al igual que la mayoría de los platenses, quedó virtualmente helada al recibir la factura. Pero su caso es particularmente preocupante ya que, en virtud del tarifazo con el que Aguas Bonaerenses (Absa) regó a sus clientes, deberá invertir el 15% de su jubilación en el pago. Entonces la pregunta: ¿cómo hará?
Desde que comenzaron a llover las facturas se multiplicaron las quejas a lo largo y ancho de la ciudad: “El servicio es malo y caro”, es una de las frases que se escucharon tras el ajuste. Las boletas se fueron de $ 11,64 a $ 58 y de $ 31 a $ 76,90, por citar sólo un par de casos.
Atento a ello, el Foro Vecinal del Casco urbano platense recolectó las quejas de los vecinos (también sus firmas), y le pidió a Absa que deje sin efecto el aumento. La iniciativa se suma a la postura del titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (Deuco), Pedro Bussetti, quien consideró que el incremento es “arbitrario y abusivo”.
El presidente del Foro, Gastón Kneipp, dijo que firmaron alrededor de 500 personas, entre vecinos y comerciales, y agregó que en algunos casos la suba trepa al 500%. Consideró que el aumento debe dejarse sin efecto en el caso de los jubilados que cobren la mínima, y estudiarse detenidamente en el resto, para que la tarifa sea razonable. Es que en medio de la crisis generalizada, el agua se escapó de las manos de muchos de los que podían pagar.
También tomó cuenta de ello el bloque de senadores radicales bonaerense, que presentó un proyecto para que se elimine el nuevo cuadro tarifario y se implemente el sistema de servicio medido. La compañía ya había explicado que el aumento estaba ligado a la valuación fiscal realizada en 2005. Pero el vicepresidente del bloque, Diego Rodrigo, lo consideró una falacia. “Deben entender que dada la crisis socioeconómica no se puede aumentar en forma abusiva a los consumidores”, explicó.
Las quejas que -empujadas por el peso del descontento vecinal- caen en cascada sobre Absa hicieron que hasta el gobernador Daniel Scioli le dedicara ayer una reflexión al tema. Dijo que los incrementos “están directamente relacionados con un plan de inversión”, y agregó que podrá revisarse algún caso donde se comprueben subas injustificadas.
La presión de los clientes parece ser más fuerte que la de las cañerías, y tal vez por eso la compañía salió a decir que aquellos que se sientan “imposibilitados” de abonar las facturas tendrán acceso a bonificaciones. Ayer, funcionarios de la misma dijeron a Hoy que “el asunto está encaminado”. Pero las facturas ya llegaron.
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