En la ciudad de La Paz hay 23 zonas de riesgo, en 18 de ellas la Alcaldía asegura que los problemas fueron controlados, lo que no significa que hayan desaparecido, mientras que las restantes cinco son áreas con “riesgo activo”, donde la comuna realiza trabajos de estabilización.
Lucía (60 años) vive en San Simón, una zona considerada de riesgo controlado; sin embargo, su vivienda presenta rajaduras y es húmeda, más aún cuando llueve, porque el agua filtra con más fuerza y en mayor cantidad por debajo de la morada.
Marisol (50 años) tiene el mismo problema. Es más, resultado de las recientes lluvias, hace dos semanas, perdió el muro de cerco de su casa, el cual se derrumbó por la excesiva humedad que hay en la zona debido a una vertiente y agua subterránea.
Ambas coinciden en que viven con temor en el barrio, pero aseguran que no se marcharán porque son sus propiedades.
El oficial mayor técnico de la Alcaldía de La Paz, Jhonny Bernal, explicó ayer que en 2004 las zonas de riesgo eran 20: Guindal sector Retamani, Federico Ávila sector Castrillo, Valle de las Flores, Villa Armonía sector Germán Busch, Mejillones, Llanos en Óscar Alfaro, Cuarto Centenario, Huanu Huanuni, Següencoma, Los Álamos, Cota Cota, La Hoyada 23 de Marzo, San Simón, Santa Fe de Kesini, Obispo Bosque, Pasaje Bitty, Llojeta por el Rosal, Mecapaca, San Isidro Huayllas y Niño Kollo, en Cotahuma.
Después de cinco años y de una inversión municipal de alrededor de 60 millones de dólares en casi 500 obras de prevención estructural, 18 de estas zonas pasaron a ser de “riesgo controlado”, mientas que sólo dos, Retamani y Valle de las Flores, no lo lograron por los múltiples problemas que presentan, como filtración de agua interna, deslizamiento, grietas y alta pendiente.
A estas zonas se sumaron durante 2009 Alto Kupini, Bella Vista y Villa Pabón, que son catalogadas como de riesgo manifestado, es decir que presentan problemas que requieren trabajos de emergencia.
Bernal indicó que para estas cinco zonas la Alcaldía presupuestó una inversión de 11 millones de bolivianos para realizar obras, principalmente de estabilización.
En estas áreas hay 140 predios ocupados por familias compuestas por un número no precisado de integrantes, sobre 48,6 hectáreas.
El Oficial Mayor Técnico señaló que la Alcaldía sólo autoriza la construcción de casas en zonas estables, pero aun así la gente construye sin control, que se hace complicado debido a la presencia de loteadores.
Vecinos del Distrito 17 piden embovedados
Los vecinos del Distrito 17 de la ciudad de La Paz, que comprende 21 zonas desde la Zavaleta hasta Kallapa y desde Pampahasi hasta Alto Obrajes, marcharon ayer por segunda vez —ya lo hicieron el jueves pasado— exigiendo el embovedado de diez ríos que cruzan por ese sector de la ciudad y el cambio de las tuberías del alcantarillado.
El presidente de la Junta Comunitaria del Distrito, Jaime Murillo, dijo que las autoridades del gobierno municipal hicieron caso omiso a su pedido planteado a partir de la “desgracia” que ocurrió con los vecinos de Kupini; lo que les obligará, advirtió, a asumir medidas más radicales.
El oficial mayor técnico, Jhonny Bernal, indicó que este grupo de personas está utilizando el riesgo en Kupini para obtener obras que no corresponden a emergencias, aunque señaló que se los escuchará.
El dirigente vecinal indicó que los habitantes están preocupados porque en cualquier momento pueden caer sus casas, puesto que en la zona filtra constantemente agua subterránea.
“Lo que queremos es llegar a un acuerdo y que la Alcaldía se comprometa a realizar trabajos bajo un cronograma, no queremos pelear con nadie, pero creemos que es nuestro derecho reclamar”.
Afectados de Kupini volverán a sus casas
El oficial mayor técnico de la comuna paceña, Jhonny Bernal, informó que en el transcurso de esta semana se dará la instrucción para que cinco de las seis familias que fueron desalojadas de Alto Kupini, como medida de prevención ante la presencia de aguas subterráneas que ocasionaron el desprendimiento del talud, retornen a ocupar sus viviendas.
La autoridad indicó que se tomó esta decisión porque “el riesgo en la zona fue controlado” con la reposición del talud y la captación de aguas internas, y sólo se espera monitorear el lugar.
Sin embargo, pese a esa determinación, la Alcaldía aún no encontró la razón de la filtración de agua, sólo la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) descartó que se trate de agua potable.
Bernal indicó que el retorno de los vecinos se hará por fases, primero volverán los propietarios de las tres casas de la parte superior y luego los de las dos que están abajo. En el caso de la sexta vivienda, la situación aún debe evaluarse.
Marcelino Samo, uno de los vecinos perjudicados, pidió garantías para retornar a su casa, además de refacción y limpieza. Josefa Mamani, cuya vivienda destruyeron, demandó que le edifiquen su morada porque aún vive en un cuarto improvisado con calamina.
Retamani no se habitará otra vez
La zona de Retamani, donde se produjo un deslizamiento de tierra desde el lunes 16 de febrero hasta la madrugada del miércoles, no debería volverse a habitar, en criterio del oficial mayor técnico de la comuna, Jhonny Bernal, porque, si bien se controlará la falla, el suelo es inestable.
Consideró que ese lugar, luego de las tareas de estabilización que se realizan en la actualidad, deberá ser aprovechado en otros usos que se determinarán “más adelante”.
Sin embargo, aclaró que se trata de “un criterio propio” y que la decisión final la tomará un conjunto de profesionales.
A causa del deslizamiento, 56 viviendas cayeron (luego dos fueron demolidas porque quedaron expuestas al riesgo) y 72 familias están desprotegidas, las que fueron acogidas en los albergues del mercado Zenobio López y la iglesia de Villa Armonía.
El gobierno municipal dice que en cinco años controló 18 zonas de riesgo que ahora monitorea.
La Alcaldía dispuso 11 millones de bolivianos para trabajos en cinco zonas de riesgo manifestado. |
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