Un grupo de investigadores del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) desarrolló sensores de monitoreo ambiental para mares y lagunas a muy bajo costo en relación con los que provienen del exterior.
El desarrollo pertenece a científicos y técnicos del IADO que depende de la Universidad Nacional del Sur (UNS) y del Conicet y que se encuentra ubicado en nuestra ciudad.
Los equipos conocidos como Estaciones de Monitoreo Ambiental Costero (EMAC) ya están instalados en el estuario de Bahía Blanca y lagunas del sudoeste bonaerense.
Además "ya se encuentran en construcción otros diez para ser ubicados en Quequén, Mar Chiquita y la laguna Sauce Grande, en cercanías de Monte Hermoso", dijo Gerardo Perillo, investigador principal del CONICET y vicedirector del Instituto.
"Algunas de sus aplicaciones son, por ejemplo, la medición de la salinidad del agua o la concentración de sedimento en suspensión, datos claves para conocer la calidad y estado del líquido", agregó Perillo, que es doctor en Oceoanografía.
Es que la necesidad de monitorear diferentes ambientes agudizó el ingenio de los investigadores, becarios y técnicos del IADO ya que equipos similares a las Estaciones de Monitoreo Ambiental Costero cuestan en la actualidad unos 15 mil dólares.
En ese sentido Perillo afirmó que "cuando un componente se daña o llega el fin de su vida útil, los repuestos son muy caros".
El investigador citó como ejemplo que un sensor de conductividad importado vale "1.500 dólares mientras que los que se fabrican en el Instituto tienen solamente un cuarto de ese valor".
"Pero además el solo hecho de construirse en Bahía Blanca permite el reemplazo en forma inmediata sin las demoras de los procesos de importación o la falta de fondos para adquirirlos", explicó.
Además, el desarrollo en el país permite ver cuál fue la posible falla y por consiguiente realizar mejoras en el diseño.
"El éxito y el costo de estos instrumentos han motivado también pedidos de otros investigadores desde Buenos Aires hasta Ushuaia y hasta de Portugal", agregó el investigador.
Según Perillo, "su particular sistema de adquisición de datos le permite adaptar otros sensores y no sólo grabar información en el lugar, sino también transmitirla por Internet en tiempo real a la computadora de la oficina del usuario".
Desde el 16 al 27 de marzo próximo se llevará a cabo en el IADO un taller del cual participarán especialistas de otros organismos, entre ellos algunos de Estados Unidos y del Instituto de Tecnología Industrial, quienes están dedicados al desarrollo instrumental para estudios ambientales de lagunas, estuarios y marismas.
El curso se completará con una estadía de los estudiantes y profesores en el INTI de Buenos Aires donde además se construirá un sensor de larga duración para nitratos, una posibilidad que se podrá incorporar en el futuro a las EMAC.
Pero además los investigadores del Instituto Argentino de Oceanografía continúan trabajando en el desarrollo de nuevos dispositivos como el diseño de un sensor de presión para medir las olas.
Dicha actividad es la continuidad de un trabajo que comenzó en junio del 2007 y que consiste en un experimento conjunto entre científicos locales y de diversas universidades de Estados Unidos sobre el sistema de lacustre de Las Encadenadas, que es financiado por la Fundación Científica Nacional de Estados Unidos.
Numerosos pedidos.
Ya hay diez equipos para ser instalados en Quequén, Mar Chiquita y Laguna Sauce Grande y hay pedidos de equipos de diversos investigadores del país (desde Buenos Aires hasta Usuhaia), inclusive de Portugal.
Además, su particular sistema de adquisición de datos le permite adaptar otros sensores y no sólo grabar información in situ como transmitirlo por Internet en tiempo real a la propia computadora de la oficina del usuario.
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