Ante nuevas quejas de vecinos por presunto olor y sabor raro en el agua potable, en la última sesión del Concejo Deliberante se oficializó un proyecto que es impulsado desde la Comuna. Este se aplicaría sólo en casos de emergencia y en una primera etapa consistiría en extraer líquido del pozo termal que tras ser tratado en la planta potabilizadora, sería distribuido a los hogares. Después este sistema sería reemplazado por una red de perforaciones.
De esta forma, buscan hallar una solución en caso de que surja algún tipo de emergencia que impida extraer agua del río Uruguay para el consumo humano. Es que ya durante el verano del 2008 en Caseros, al igual que en otras poblaciones que beben del mismo afluente natural, tuvieron serios inconvenientes debido a la aparición de grandes concentraciones de algas. Si bien en una reunión mantenida entre representantes de Caseros con funcionarios provinciales, el interventor del Ente Regulador del Agua, Pedro Zubieta habría manifestado no habría riesgos para la salud igual se proyectan alternativas para evitar que la gente beba el agua que posea algún tipo de olor o sabor raro.
Precisamente, días atrás vecinos habrían expresado que otra vez el agua presentaba características anormales y algunos hasta indicaron que no se podía beber.
Con respecto a esto, desde el Concejo de Caseros manifestaron a El Litoral que “puede ser que ahora tenga un poco de gusto pero la situación no es la misma que el año pasado, cuando se tuvo que declarar la emergencia sanitaria”. No obstante, en la última sesión fue presentado el proyecto en el que trabaja la Comuna.
Según lo indicado por un concejal, “en un principio si llegáramos a tener un caso de emergencia por el cual no pudiéramos sacar agua del río Uruguay, se extraería del pozo termal y de ahí el agua sería llevado con caños hasta la planta de tratamiento”. Esta sería la opción más viable por su costo, ya que el pozo ya estaría hecho y sólo tendrían que colocar unos 800 metros de cañería.
Mientras que la otra solución a largo plazo sería hacer entre 13 y 20 perforaciones que también a través de una red se conectarían con la planta potabilizadora. “Esto es más costoso porque los lugares donde se harían los pozos están a una distancia bastante considerable lo que demandará más cañerías y a eso se suma la inversión que implica hacer perforaciones”, dijo a El Litoral un edil casereño.
En tanto que al ser consultado sobre como se financiarían esas obras, manifestó que “aún se está analizando, pero en un principio la Comuna solicitaría fondos de los excedentes de Salto Grande”.
De acuerdo a los datos brindados desde el Municipio estarían tratando de encontrar alternativas de solución en caso de que volviera a surgir una emergencia sanitaria por el agua, tal como sucedió el año pasado. Ahora sólo resta esperar que éstas se concreten.
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