El municipio de Barda del Medio decidió pasar por alto el nuevo cumpleaños de la ciudad –y del dique Ballester-, y en cambio se volcaron los esfuerzos para el año que viene, cuando se cumplan los cien años de la fundación de unas las obras más importantes para la región.
Barda del Medio cumple 99 años y la fecha fue instuida con motivo de ser el 17 de marzo de 1.910, el momento en que empezó a montarse el campamento –en el actual emplazamiento de la localidad de Barda del Medio- para las obras de construcción del dique.
El intendente Héctor Galli indicó que se ha decidido este año no realizar ningún tipo de erogación para las actividades del aniversario, y adelantó que todos los esfuerzos están centrados en los festejos del año que viene. Para ello explicó que se están realizando innumerables gestiones ante Nación para que los 100 años del Dique Ballester sean incluidos como parte de los festejos nacionales por el Bicentenario de la Patria.
En ese sentido, explicó que ya se está trabajando con Nación en ese sentido. Durante la jornada de hoy, el municipio atenderá sus servicios en forma habitual.
Además de tener un origen a partir de esta “joya” de la ingeniera hidráulica, Barda del Medio está enclavada en medio de una zona frutícola y que décadas atrás, también supo ser conocida como la “franja de la alfalfa” debido a sus extensiones con este tipo de cultivo.
Pero desde el municipio, y aprovechando la existencia del Museo Dique Ingeniero Ballester, es que se intenta dar un perfil turístico. A ambos lados del río Neuquén, la zona de Ballester las costas ofrecen interesante atractivo para pasar el día.

Historia
Barda del Medio está situado a metros el dique de contención que, junto al sistema del canal principal de riego, comenzaron su construcción en 1.910. El lugar era conocido originalmente como «km. 1218», debido a la distancia que la separaba de Buenos Aires y de acuerdo a la tradición de la empresa inglesa.
De por sí la obra del Dique contó no sólo con el proyecto casi innovador del ingeniero César Cipolletti, quien fallecería en altamar cuando viajaba hacia Argentina para hacerse cargo de las obras, sino que la ingeniería que tendría el sistema de compuertas ya ponían a la obra al nivel de iniciativas realizadas en El Nilo.
Pero otra de las grandes patas de este proyecto visionario fue la derivación a través de un canal, el que terminó siendo el principal vaso sanguíneo para el desarrollo de más de 60 mil hectáreas bajo riego, como es el caso del Alto Valle.
Una de las atracciones de aquel entonces fueron las más de 20 compuertas que se construyeron, las cuales tienen un peso de 33 toneladas cada una, 20 metros de ancho y 4 de alto.
La obra fue terminada en forma completa, dique y canal derivador, en 1.932. Según la reseña de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), señala que originalmente, el dique fue diseñado para operar con 5.000 m3/seg. posibilitando el desvío de hasta 2.000 m3/seg., en el sistema de riego. Fue el ingeniero Rodolfo Ballester quien recomendó en el diseño del dique, elevar el caudal a 8.000 m3/seg, lo que llevó a extender la estructura.