Desde 1993, la Organización de las Naciones Unidas celebran el Día Mundial del Agua el 22 de marzo. Esta fecha es el momento en que la sociedad civil y el gobierno reflexionan acerca del uso del agua. Un informe del Instituto Socioambiental (ISA) revela que Brasil registra un desperdicio diario de 2,5 millones de agua potable, desde que sale de los manantiales hasta su llegada a los grifos (canillas).
La Agencia Nacional de Aguas (ANA) también alerta sobre el desperdicio: el 40% del agua que se retira en el país no es utilizada.
Por ser vital para la supervivencia del ser humano, el agua debería ser usada en forma racional para que no se produzca escasez a largo plazo. Es lo que piensa el ingeniero Paulo Costa, que actúa en el segmento de programas de uso racional del agua hace más de siete años, que actualmente es director comercial de la empresa H2C y que realiza consultoría especializada en proyectos para empresas y condominios residenciales.
Para el ingeniero, en este Día Mundial del Agua, no hay mucho para celebrar: "Todavía faltan políticas públicas que realmente implementen el uso racional. Antes los culpables del desperdicio eran sólo las concesionarias de agua que querían obtener lucro a toda costa. Pero hoy los gobiernos, ya sean federal, estatal o municipal, también tienen su parte de culpa".
Con sede en San Pablo y fundada hace más de diez años, la H2C implementa un programa inédito de uso racional del agua por performance: "Nuestros técnicos visitan el lugar, elaboran un proyecto, instalan los productos y luego, en el caso que haya economía de agua, nosotros lucramos por encima de esa economía. El valor economizado es utilizado para pagar los gastos del proyecto, instrumentos y mano de obra. En el caso que no haya economía, nosotros no lucramos", explica Paulo.
Según Pablo, Brasil tiene alta tecnología para uso racional del agua, sin embargo, los gobernantes todavía tienen una visión miope del problema. Él dice que se podría hacer con el agua lo mismo que se está haciendo con la energía eléctrica, a través del reemplazo de heladeras por otras que economizan energía. "El gobierno federal debería implementar un programa de uso racional del agua. Estamos perdiendo tiempo", resalta el ingeniero.
Con la realización de la Copa del Mundo en 2014 en Brasil, Paulo destaca que el país podría dar un ejemplo al mundo con la implementación de un programa de uso racional: "Alemania, Bélgica, República Checa, Hungría y Portugal son los líderes del uso racional con 110 litros/día por persona. Mientras que en Brasil y en otros centros populosos, gastamos 250 litros/día por persona. Éste es el resultado de la falta de políticas públicas que enfaticen la educación ambiental".
El ingeniero cita ejemplos de cómo podemos proceder para reducir el consumo de agua en nuestra vida cotidiana. "Ejercitar la ciudadanía en el uso del agua es esencial. Acciones simples, como lavarse los dientes con la canilla (grifo) cerrada, bañarse en menos tiempo, no lavar veredas con chorro de agua a presión, ayudan mucho a economizar agua. El ideal sería aliar estas acciones simples con la tecnología", afirma Paulo.
|
|
|