Técnicos de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y de la Universidad Nacional de Córdoba concluyeron tras investigar las causas del trágico alud en la localidad salteña de Tartagal, que la tragedia es por la ubicación de la población. Entre los profesionales se encuentra el ingeniero Hidráulico Daniel Farías, quien es docente de la universidad local, y además asesor en diferentes obras del Gobierno provincial.
Así manifestó un informe realizado por los especialistas, en la investigación encomendada por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación.
La ciudad de Tartagal que está ubicada en el norte de Argentina, con una población cercana a los 60 mil habitantes, se ha convertido en un foco de atención nacional. Ya que la desolada situación que viven sus ciudadanos desde el último febrero a causa del desborde del río Tartagal, parece no acabar.
Eventualmente, se debían buscar las causas de esta tragedia. Por lo tanto, la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación encargó a un equipo de especialistas que llevarán adelante las pericias.
El trabajo fue articulado entre docentes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE). Estos concluyeron tras investigar que la ubicación de la población, genera grandes inconvenientes.
La investigación
El objetivo era descubrir las causas técnicas y objetivas de la tragedia de Tartagal, en la que un alud de barro arrasó las viviendas de centenares de familias.
Gerardo Hilman, uno de los profesionales que trabajó en los estudios geomorfológicos, hidrológicos e hidráulicos que se efectuaron en la zona del desastre, dijo a los medios locales que el hecho ocurrió porque “se trata de una zona vulnerable a aludes e inundaciones”.
Añadió que por la formación geológica, las características del suelo, la humedad, la vegetación del sector, son todos factores que contribuyen a este tipo de fenómenos, y agrega que “urbanísticamente el pueblo de Tartagal está mal ubicado, ya que se encuentra emplazado sobre un cambio de pendiente brusco de la montaña”, finalizó Hilman. En los próximos días se darán a conocer oficialmente los resultados de la investigación en una conferencia en el Aula Magna de la UNC, con la presencia del secretario de Recursos Hídricos de la Nación, Andrés Rodríguez.
Realizó estudio paralelo
Posición de fundación salteña
La Fundación ProYungas de Tartagal, ha realizado un estudio, en donde ha determinado que las posibles causas del evento tienen que ver con cambios regionales en las condiciones climáticas que aumentan las precipitaciones. Se da una mayor torrencialidad que concentra mucha lluvia en poco tiempo; con una inadecuada planificación de las obras de canalización y defensa, que tienden a aumentar la velocidad del río y propician la erosión de retroceder, aumentando la carga sedimentaria de la cuenca alta del río Tartagal; y con una mala planificación histórica del crecimiento urbano en relación a las márgenes dinámicas del río.
Indican además que será muy importante para la protección de la biodiversidad de las Yungas en general y de las selvas pedemontanas en particular, pero el evento de Tartagal podrá repetirse.
Reglamentar la Ley de Bosques, como acaba de ocurrir. Será muy importante para planificar la expansión agropecuaria, que representa una deuda ambiental pendiente con nuestros bosques nativos, y para defender los derechos de las comunidades aborígenes y campesinas que dependen del bosque. Poniendo en amarillo y rojo (manejo forestal y protección, respectivamente) las laderas de Tartagal, pero el evento podrá repetirse.
Las soluciones llegarán, según la posición de la Fundación ProYungas Tartagal: “Sólo si entendemos la magnitud del problema y si asumimos que el cambio climático representa una mayor intensificación de las lluvias en la región”.
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