El gobierno hizo una estimación primaria de que las pérdidas por sequía que afectó al país en los últimos meses, alcanza a los US$ 450 millones, dijo a El País el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca Andrés Berterreche.
El ministro de Economía, Álvaro García dijo ayer en el almuerzo de ADM que un trabajo "preliminar" de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) estimaba en US$ 400 millones el costo de la sequía en el sector agropecuario. El impacto estimado en el trabajo es de US$ 450 millones, explicó a El País el director de Opypa, Martín Buxedas.
El propio García señaló que la estimación para el Producto Interno Bruto (PIB) del impacto de la sequía en el agro "puede ser mayor".
De acuerdo a las gráficas incluidas en la presentación, las mayores pérdidas estuvieron por el lado del maíz y soja.
Los US$ 450 millones representan aproximadamente un 1,5% del PIB.
En el Ministerio de Economía dijeron a El País que el impacto total de la sequía en el PIB será mayor porque a los efectos en el agro hay que sumarle la menor producción de electricidad y agua.
Buxedas dijo que esos US$ 450 millones representan lo que perdió de producir el país en 2009 por la sequía.
Explicó que el mismo se elaboró teniendo en cuenta el Valor Bruto de Producción (VBP) y no el PIB del sector, lo que se hará más adelante para evaluar en este indicador el impacto de la sequía.
Del estudio de Opypa se desprende que el VBP del maíz fue el más afectado (cayó 33%), seguido por el de otros frutales (-26%), la soja (-25%), la leche (-18%), girasol poco más de (-17%), cítricos (-17%), hortalizas (-16%), sorgo (-10%) y ganado vacuno que vio caer su VBP en 8%. Buxedas indicó que en este año había un potencial mucho mayor de producción que en 2008, fundamentalmente en el sector lechero y en la agricultura de secano.
Por su parte, Berterreche explicó que una valoración exacta del costo de la sequía es algo que se tiene que hacer con mucho tiempo y amerita un estudio posterior y muy detallado.
En el momento, lo que se puede hacer es una valoración global, estimando cuanta leche menos se produjo, cuánta carne menos se procesó y cuánto se perdió en la producción de granos. Sin embargo, no está evaluado el sector forestal (la pérdida de crecimiento de los árboles), no está evaluada la apicultura y algunos aspectos de la hortifruticultura.
En tanto, hay variables a favor que tampoco están evaluadas como el aumento de la productividad en el trigo -como consecuencia de la ausencia de enfermedades vinculadas a un exceso de humedad- o cuánto es el aumento de productividad actual de las pasturas por la nitrificación en los campos después de una sequía.
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