La fundación de las ciudades de la actual República Argentina, en los siglos XVI y XVII, se realizaba siempre en la proximidad de los ríos, para asegurar, como es obvio, la provisión de bebida. Pero, a simple vista, el recaudo parecería no haberse observado en la segunda instalación de San Miguel de Tucumán en 1685, ya que fue emplazada a considerable distancia del río.
Esto ocurrió porque el Salí cambió su curso en algún momento. Así se lo ha afirmado muchas veces. Por ejemplo, en 1901, al fundar su proyecto del futuro parque 9 de julio en el Congreso, el diputado nacional Alberto de Soldati expresaba que "Tucumán estuvo situada primeramente a orillas del río Salí" y que "este río se ha retirado a veinte cuadras de distancia hacia el oriente". Multiplicadas esas cuadras "por la extensión de Norte a Sud de ese lado, forman 400 cuadras cuadradas de terrenos de aluvión reciente", decía. Ahora bien, la cuestión no establecida es cuándo se efectuó ese retiro.
En un párrafo del informe del ingeniero Mariano Sana y Sarto, de 1881, hemos hallado, por primera vez, una fecha. Dice Lana y Sarto que "el estudio analítico hecho de los caracteres geológicos del suelo, topografía y condiciones hidrográficas del Salí, explica cómo ha podido variar de dirección el año 21 (es decir, 1821), dejando un inmenso espacio de leguas comprendido entre su nuevo curso y el antiguo o Río Muerto, que parte próximamente de la fábrica Etchecopar" (se refería al ingenio Lastenia).
Tenemos, entonces, una fecha del cambio de curso, muy probablemente exacta porque se la menciona al pasar, como dato conocido. El informe de Lana y Sarto hablaba también de las crecientes del río, que derribaban árboles, lo que formaba peligrosos diques. "Cuéntase -decia- que en el año 74 don Julio Zavaleta recogió enorme cantidad de árboles en Lules, arrastrados por una creciente, y de su venta obtuvo un respetable beneficio. En uno de los museos de Londres se conserva un asombroso tronco de árbol como ejemplar de dicha avenida". En esa época se denominaba "avenidas" a las crecientes |
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