La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) participará en el “Primer foro sobre problemática del agua”, para explicar que factores como las conexiones clandestinas causan problemas al suministro en la urbe alteña.
En la ciudad de El Alto cerca del 70 por ciento de las personas tienen el servicio de agua potable. En ese grupo, quienes cuentan con baño cuentan con tres tipos de conexiones 75.837 poseen alcantarillado en el área urbana y una en el área rural.
Por otro lado, 3.360 poseen cámara séptica en la parte urbana y una en el sector rural. Según los datos oficiales, 25.490 familias tienen pozos ciegos superficiales en el área urbana y 31 en el sector rural.
Entre tanto, las familias que no registran ninguna conexión para el desagüe sanitario llegan a 59.497 para el ámbito urbano y son más de 652 en el sector rural, de acuerdo con un diagnóstico de la pasada gestión de la organización no gubernamental Red Hábitat.
Con tales datos, el municipio busca preservar las reservas hídricas mediante las direcciones pertinentes. En ese afán organizó el “Primer foro sobre la problemática del agua”, que dará propuestas para el inicio de mejoras en las condiciones de salud y desarrollo urbano.
Como uno de los temas a ser abordados se establecerá la cantidad de conexiones clandestinas registradas en la urbe alteña, las cuales provocan que haya filtraciones internas en sectores periurbanos.
De acuerdo con un informe presentado la pasada gestión por Epsas, del 15 por ciento de conexiones clandestinas de agua potable sólo el 2.5 habría tendría normada su situación en la temporada de amnistía.
En otro acápite, fuera de la falta de documentación de los propietarios de un bien inmueble o el abandono de lotes, se detectó que la falta de recursos económicos hace que las familias alteñas recurran a formas ilegales de suministro de agua potable. |
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