La reducción de las emisiones de gases que provocan efecto invernadero es una de las prioridades que persigue el BM a través del informe "Desarrollo con menos carbono: Respuestas Latinoamericanas al desafío del cambio climático".
La investigación fue elaborada por Augusto de la Torre, Pablo Fajnzylber y John Nash, este último economista líder de la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial; organismo promotor del proyecto y responsable de financiar iniciativas públicas y privadas en la región, con el fin de responder a los efectos negativos del cambio climático.
La presentación del informe se realizó ayer en el Palacio Legislativo y contó con la presencia de Alicia Torres directora de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Enrique Rubio, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el diputado Alberto Casas, Luis Santos, coordinador de la Unidad de Cambio Climático de la Dinama y autoridades del Banco Mundial.
En Uruguay los efectos del cambio climático se están haciendo sentir desde hace muchos años, y la relación de ese impacto fue dada a conocer a través de un breve y conciso resumen, formulado por Casas, quien explicó cómo el sector agropecuario es uno de los más vulnerables. El tornado de 2002 dejó una pérdida de 8 millones de dólares, las heladas de la zafra 2002-2003, costaron 7 millones y una pérdida agrícola aproximada de 2 millones y medio de dólares dejó la granizada en 2003.
En materia de sequías 200 millones se perdieron en la de 1999-2000, mientras que la de este año provocó perjuicios por 400 millones de dólares, aunque el diputado aseguró que el total puede ascender, puesto que según una investigación realizada en San José, sólo allí los daños superarían los 200 millones.
Pero los efectos se sienten en todas partes del mundo, independientemente de quiénes generen los mayores niveles de carbono, responsabilidad que se atribuye a los países desarrollados.
"Los resultados del cambio climático causan impacto sobre los ecosistemas y la sociedad en general", dijo Nash. "Actualmente algunos ya se observan", y puso como ejemplo el deshielo del Glaciar Andino debido al aumento de temperaturas.
Esto afectará ecosistemas e impactará en la oferta de agua de la región. A su vez el aumento de los niveles del mar perjudicará económicamente a las zonas costeras. El informe establece que en caso de no tomarse medidas, los desastres tendrán cada vez más altos costos. Se prevé el aumento de temperaturas extremas, lo que puede provocar en nuestro país y otros estados con Argentina y Perú, lluvias más intensas y continuas. Los bosques tropicales y la biodiversidad también se verán afectados.
Aumentará la incidencia de enfermedades tropicales y las enfermedades infecciosas. Ante esta proyección el especialista enfatizó que este no será el escenario "porque los países del mundo van a despertar y reducirán a tiempo las emisiones para evitar males peores".
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