El alto funcionario de la Cancillería brasileña (Itamaraty) llegó sonriente ayer a la mañana al Ministerio de Relaciones Exteriores (RR.EE.), donde fue recibido por el ministro sustituto paraguayo, Jorge Lara Castro. Pero luego de dos horas y media de reunión se retiró nervioso y sin ganas de hablar con los periodistas que le aguardaban en la planta baja.
Pinheiro Guimaraes fracasó en su misión de que el Gobierno paraguayo renuncie de los reclamos de un precio justo y la libre disponibilidad de la energía que el Paraguay no consume y que obligatoriamente le debe ceder al Brasil a un precio irrisorio.
El Gobierno brasileño envió a Asunción a Pinheiro no solamente para preparar la agenda de la visita oficial del presidente Fernando Lugo a Brasilia, prevista para el 8 de abril (Miércoles Santo), sino para hacer renunciar a Paraguay de su intención de conseguir un precio justo y la libre disponibilidad a cambio de “otras compensaciones”, como la línea de transmisión desde la central hidroeléctrica de Itaipú hasta Asunción, la construcción sin costo para el Paraguay del segundo puente sobre el río Paraná y otros beneficios.
Fuentes diplomáticas señalaron que el ministro sustituto de RR.EE., Jorge Lara Castro, reiteró la postura de Lugo de no renunciar a la soberanía energética de Paraguay y que el 8 de abril volverá a insistirle a su colega Lula da Silva sobre el precio justo y la libre disponibilidad de energía.
ENERGÍA NO CONSUMIDA
La energía no consumida por nuestro país equivale a 39 millones de megavatios/hora que Brasil le obliga a Paraguay a cederle a un beneficio único de 2,7 dólares americanos por megawatt/hora, con lo cual el Gobierno nacional recibe por año apenas US$ 100 millones (sin contar royalties, resarcimiento, gastos de explotación). La última oferta brasileña es que se cuadruplique la tarifa o el beneficio de US$ 2,7 por megawatt/hora a US$ 10,8 por megawatt/hora. Si Paraguay acepta esta propuesta brasileña, nuestro país pasaría a recibir de US$ 100 millones a US$ 400 millones, suma que seguiría siendo una propina brasileña ante el valor de mercado de la energía, que está por encima de US$ 60 por megawatt/hora en el propio mercado brasileño y Chile.
Técnico dice que reclamo paraguayo en Itaipú tiene muy sólido sustento
El Ing. Germán Escauriza, coordinador de la subcomisión de deudas del comité negociador de los reclamos paraguayos en las hidroeléctricas, afirmó que el Estado paraguayo tiene razones bien fundamentadas para llevar adelante con éxito sus reclamos en Itaipú.
Escauriza sostiene que la documentación existente es contundente y que en el caso llegue a dirimirse en la Corte Internacional de las Naciones Unidas, el Paraguay tiene “todas las de ganar”.
DEUDA ESPURIA SUPERA LOS US$ 30.000 MILLONES
El profesional afirmó que la deuda espuria en Itaipú está superando los 30.000 millones de dólares en concepto de subfacturación, préstamos compulsorios, potencias utilizadas y no pagadas y diferencias en pago de royalties, compensaciones por energía cedida, resarcimiento y utilidades de capital.
Detalles sobre el trabajo que viene realizando la subcomisión de deudas del referido comité negociador, se dieron a conocer anteanoche en una conferencia organizada por la Plenaria Permanente por la Soberanía Energética (PPSE) y llevada a cabo en el salón “Emigdio Colmán Núñez” de la Central Nacional de Trabajadores (CNT).
Explicó que “los documentos contractuales que estamos teniendo en cuenta son el Tratado, los Anexos A, B y C y el acta de Foz de Yguazú, además, como marco de legislación, consideramos la Convención de Viena, la obligación de Estado por hechos internacionales ilícitos y la suscripción que tiene el Paraguay de someterse a la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas”.
Agregó que “ahora hemos accedido a un nuevo documento jurídico que se llama la ley SOA, que es una ley que protege a las empresas que cotizan en las bolsas de Nueva York de estafas que le hagan los colocadores de bonos a sus socios o a sus clientes, o sea que es una ley que también protege al Estado paraguayo”.
Según el Ing. Escauriza, los documentos de Itaipú prueban que su tarifa real, calculada en 1983, era de US$ 17,1/kW. No obstante, por razones extrañas al tratado, la misma fue reducida a US$ 10 y esa maniobra produjo la deuda espuria, que hoy se estima en US$ 30.000 millones.
Afirmó que “el trabajo que tenemos está bien fundamentado y dispuestos a poder ganar este juicio si es que no se ponen de acuerdo los presidentes de Paraguay y Brasil”. Confesó que “se puede llegar a un acuerdo entre los actuales presidentes (Lugo y Lula), porque el presidente Lula no tiene responsabilidad, del robo cometido”.
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