El viento multiplica y dispersa una espesa espuma blanca, y, cuando se afirma desde el mar, el aire se impregna con un insoportable olor. Con el balneario Maldonado a la vista, el ambiente que enmarca la planta depuradora de la Tercera Cuenca es elocuente. Allí, poco o nada se depura y el estuario, a pocos metros, es el destino final de los líquidos cloacales.
La planta no funciona, por lo menos correctamente, desde hace meses. Lo dicen quienes viven allí cerca y lo confirman diversos testimonios y datos.
Pero también lo certifican algunas expresiones del responsable del Comité Técnico Ejecutivo (CTE) y los pedidos de informes de la Unión Cívica Radical e Integración Ciudadana.
"Entre el olor, que es inaguantable, y las moscas, acá no se puede vivir. Y ni le cuento cuando hace calor", dijo Juan Francisco Keller, quien hace siete meses que ocupa la casa de la pequeña chacra que le cedió su padre y que está muy cerca de la planta.
"Los motores no se oyen casi nunca y la planta no anda. La cosa se nos complica cuando el viento corre de frente. Tenemos que tener todo cerrado y los insecticidas no alcanzan", agrega Keller, padre de una niña de seis años y cuya mujer está embarazada.
En la planta, deben trabajar cinco obreros en tres turnos, pero el de la noche fue levantado. El acceso es controlado por un guardia y para acceder al interior y obtener fotos, el gerente regional de Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA), Jorge Olaizola, dijo a "La Nueva Provincia" que es necesario elevar un pedido a la presidencia de la empresa.
Fernando Rey Saravia, titular del CTE, afirmó que la planta tiene problemas, pero que no los conoce con exactitud, porque espera el informe de las autoridades de ABSA.
"Me han dicho que se redoblarán esfuerzos para evitar que se vuelquen contaminantes a la ría y que para eso se aumentarán las dosis de cloro. Pero hay que respetar los parámetros establecidos, porque no queremos una cura que agrave la enfermedad. Lo cierto es que el tratamiento resulta imperfecto y que la planta no funciona a full", aseveró.
Rey Saravia agregó que el impacto aún es limitado, porque el caudal de lo que se vuelca suma el 10 por ciento del total proyectado.
"En realidad, la planta tiene dificultades desde que arrancó. Hemos revisado los convenios de operación y surge que, para casos de emergencia, se permiten ciertos niveles de cloro, pero igual todo va a parar a la ría, a una zona que está muy quieta y que, peor todavía, se usa para recreación".
Preguntas
En "adhesión" al Día Mundial del Agua, evocado ayer, el frente Integración Ciudadana plantea varias inquietudes sobre la contaminación de la ría y la falta de funcionamiento de la planta depuradora de la Tercera Cuenca. Recuerda que las Naciones Unidas convocan a los diferentes Estados a organizar actividades concretas relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos.
En dicho marco, pregunta al gobierno provincial, a ABSA y a la Municipalidad de Bahía Blanca si es cierto que la planta no funciona desde hace tres meses y desde qué fecha y quiénes reparan las bombas.
A la lista, se suman los siguientes interrogantes:
* Los líquidos, ¿se descargan a la ría sin tratamiento y mediante un by pass que se usa cuando la planta no funciona?
* ¿Se refuerza la cloración cuando se toman muestras de control?
* ¿Resulta aún exigible la garantía de obra, en razón de los plazos cumplidos entre la recepción y su puesta en marcha?
* ¿Se cumplieron las medidas que fueron fijadas a través de la resolución 1.826 de 2006, ya que el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS) otorgó la declaración de impacto ambiental condicionada al cumplimiento de una serie de exigencias?
* ¿Se respetó lo establecido en esa misma resolución en cuanto a que los requerimientos debían ser cumplimentados y aprobados por la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires, previo a la conexión de la planta con los colectores principales?
Integración Ciudadana también quiere saber si, después de la visita del gobernador Daniel Scioli, al intentar la puesta en marcha, se incendió el tablero de mando y, de ser así, cuál es el costo de la reparación.
El cuestionario está firmado por Raúl Woscoff y Norberto Martínez (Integración Ciudadana), Raúl Ayude y Roberto Jarque (Encuentro Amplio) y Roberto Cimatti (Partido Socialista). En el curso de esta semana, se dará forma a un proyecto de resolución que se presentará en el Concejo Deliberante.
"Entre el olor y las moscas, acá no se puede vivir...", repitió Juan Francisco Keller, el viernes último, por la tardecita, con el viento soplando desde el sudeste.
Otros vecinos del lugar, que pidieron reserva de identidad, sostuvieron haber visto cómo "todo se larga crudo a la ría" y que de "vez en cuando, se pone en marcha algún soplador, para disimular cuando llegan los inspectores municipales".
También se confió a este diario que se incendiaron los tableros electrónicos de mando y que prontamente se fueron arruinando otros equipos. Mientras tanto, las aguas del estuario siguen siendo el destino de líquidos cloacales "puros".
En procura de controles y datos
En un proyecto de resolución, la concejala Aloma Sartor (Unión Cívica Radical), puntualizó que la localización de esta planta se hizo sobre un área interna del estuario que, por sus características, tiene baja renovabilidad del agua y resulta de alta vulnerabilidad.
También argumenta que allí viven organismos cuya función en el ecosistema es muy importante, por lo que el efluente requiere optimizar su tratamiento, vuelco que debiera tender a minimizarse, ya que alteraría dichas condiciones.
Sartor sostiene que no se conoce si se avanzó en dirección del cumplimiento de lo exigido por el OPDS y si ha intervenido la Autoridad del Agua en dicha autorización.
Recuerda que, al momento de evaluar el impacto de dicha planta, desde el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), "se corrió un modelo de dispersión del efluente en dicho punto y se mostró que los mismos tendían a afectar al balneario Maldonado".
Sartor procura que el Concejo Deliberante pida al CTE que informe si tiene datos de monitoreo en algún punto cercano a la salida de la planta, ubicación y tipo y periodicidad de muestreo y resultados.
También reclama al ente municipal de control que incorpore, en el plan de monitoreo de calidad de la ría, un nuevo punto a la salida de la planta y que cada mes evalúe todos los parámetros.
El proceso
A. Puesta en marcha a principios de septiembre de 2008; la planta recibe los desechos a tratar en dos pozos de bombeo, a partir de los cuales debería iniciarse un tratamiento que permita retener los sólidos gruesos y finos del material.
B. Un sedimentador y una cámara de contacto marcan los pasos posteriores, donde el líquido debe ser clorificado y desinfectado, antes de ser volcado a los canales que los llevan al arroyo Saladillo de García, con destino final en la ría.
C. Autoridades de ABSA han dicho que la planta tiene capacidad para tratar el vertido de líquidos de una población estimada en 70 mil habitantes, aunque esta cantidad podría ser ampliada hasta el triple.
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