Según informó la radio oficial, vecinos de calle Coronel Martínez -entre Brigadier López y Gutiérrez-, denunciaron que desde el jueves estaban sin agua.
También hubo reclamos en el barrio Paraná XVI, donde residentes se manifestaron porque no llegaba agua a los tanques que abastece a las casas. Entre los pedidos, se publicó el de vecinos de calle Antelo -entre Mansilla y Domínguez- donde hay un caño roto desde hace un mes y medio.
Ante los reclamos, el subsecretario de Saneamiento de la Municipalidad, Juan José Moreno, dijo que se tratan de “hechos puntuales”, a los que contrapuso “la notoria mejoría del servicio” registrada durante esta temporada en relación a veranos pasados.
QUEJA. “La situación viene así desde el jueves, no tenemos agua, no hay presión de agua. Nos dicen desde Obras Sanitarias que están rotos los caños en 33 Orientales y en Paraná XVI y a nosotros nos perjudica gravemente. No entra agua en la cisterna, y con el calor que hace ahora”, declaró una vecina ante los micrófonos de la radio. La señora aseveró que 38 familias estaban sufriendo ayer la falta de agua.
El funcionario explicó que el jueves hubo una rotura en un caño importante, de 250 milímetros de diámetro, a la altura del barrio 33 Orientales.
Esa red alimenta al barrio San Agustín. Moreno relató que “el jueves se rompió, se reparó ese día y el viernes se volvió a romper en otro lugar y ayer (por el sábado) como seguía perdiendo, cambiamos una junta. Por un rato tuvimos interviniendo y modificando lo que pasaba en San Agustín”.
En tanto, otra es la situación en el barrio Paraná XVI, según aseveró. Si bien en toda esa zona hay buena presión, el agua no llega a los depósitos que alimentan a las casas debido a que hay obstrucciones en las cañerías internas del complejo habitacional.
“Ese barrio está constituido por varias tiras con departamentos en propiedad horizontal. Cada tira tiene un caño de alimentación que sube a los tanques de reserva y eso pertenece al interior del barrio. Esos caños son de hierro galvanizado y están incrustados en su interior, lo que reduce el suministro, por eso el agua sube con poca presión. Pero es un tema que no le compete a Obras Sanitarias”, explicó.
De todas formas, Moreno informó que ante la solicitud de los vecinos, el área había realizado trabajos que permitieron subsanar el desperfecto en una de las tiras.
Después, ante la generalización del problema, siguieron los reclamos de las otras tiras, ante lo que el funcionario aclaró que la Municipalidad no puede seguir haciéndose cargo de las reparaciones debido a que es un inconveniente interno.
“Si seguimos arreglando así, cualquier vecino de cualquier edificio de propiedad horizontal nos puede pedir que hagamos un trabajo (similar)”, aclaró.
BALANCE. Seguidamente el subsecretario hizo hincapié en cómo ha sido la prestación del servicio este verano y atribuyó las mejoras a las intervenciones realizadas en el sistema y en la puesta en funcionamiento de la nueva planta potabilizadora y los tres centros de distribución.
Al respecto, mencionó que se produce un 32% más de agua respecto a la producción del año pasado, a lo que se le agrega más presión pudiendo abastecer lugares “donde históricamente no llegábamos”. Así, con el aumento del caudal, Moreno aseguró que ahora se puede atender el pedido de extensión de redes a sectores periféricos. “Hoy estamos en condiciones de si alguien viene –desde zonas antes vedadas- a pedirnos la factibilidad para tener agua, de decirle que sí”, concluyó.
El dato
70 MIL
Ese es el número de habitantes de la ciudad que dejaron de recibir agua salada y empezaron a tener agua dulce. Juan José Moreno, subsecretario de Saneamiento, informó que se trata de la gente que era abastecida a través de pozos semisurgentes. En cuanto a la cantidad de personas beneficiadas por el cambio del servicio, aseveró: “Es una ciudad casi como Gualeguaychú que se abastecía con agua salada y ahora tiene agua dulce”. Así las cosas, aclaró que no quedó ningún sector de la ciudad, alimentado por pozos.
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