El informe presentado ayer, en el marco del Día Mundial del Agua, por la Ong Intermón Oxfam puso una vez más en relieve la problemática en torno al agua potable. Sin embargo, las conclusiones a las que arribó indican que ya no puede considerarse un problema a futuro, sino que afecta al presente.
Una de cada cinco personas
-según el informe- carece de agua potable o de sevicios de saneamiento básico. Además, alertó que uno de cada diez vivirá, dentro de 12 años, bajo riesgo de inundaciones, sobre todo en países como Bangladesh, Myanmar y o en el Sudeste Asiático. La ONG aseguró que el calentamiento global ha provocado un cambio de las temperaturas que, de aumentar 1,2 grados centígrados -lo que ocurrirá hacia 2100-, “causará daños irreparables”, como el aumento del nivel del mar en casi un metro.
En los próximos años, 250 millones de personas podrían carecer de agua y otros 50 podrían verse obligadas a abandonar sus hogares a causa de inundaciones, sequías o enfermedades, sobre todo en Africa.
Rara paradoja
Mientras hay cerca de 1.100 millones de personas sin acceso a agua potable y más del doble carece de servicios e infraestructuras básicas de saneamiento, en países como España cinco minutos en la ducha equivalen a 100 litros de agua, es decir, cinco veces más del umbral de agua establecido por los expertos para garantizar la supervivencia.
De hecho, de los millones de habitantes del mundo a los que les falta el agua, muchos sobreviven con apenas cinco litros diarios o incluso con menos.
Cerca de 300.000 personas morirán cada año en Africa a partir de 2016, la mayoría niños- por la malaria, la malnutrición o la diarrea. Al tiempo que la solución al 45% de los casos de diarrea en ese continente se evitaría con sólo lavarse las manos con agua y jabón.
Otro tema que preocupa a las autoridades mundiales es la posibilidad de que la escasez del vital líquido derive en enfrentamientos. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que “la preocupación ante la posibilidad de que puedan producirse conflictos violentos se plantea con frecuencia en los debates sobre el uso compartido de los limitados recursos hídricos”.
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