Más de 30 años viviendo en la misma casa de la vereda 7 del sector 13 de la urbanización La Isabelica ya han quitado todo tipo de asombro en Yolanda Paredes, quien día a día debe lidiar con canales de aguas servidas que corren libremente frente a su vivienda.
Yolanda cuenta solo una de las decenas de historias que se pueden escuchar entre quienes habitan en las veredas 3, 7, 10 y 12, donde también hay niños - incluso recién nacidos -, ancianos, diabéticos, con problemas de gastritis, respiratorios y algunos casos de enfermedades de la piel. Ya están cansados de “pañitos de agua caliente”.
Con sólo llegar al lugar donde confluye el grupo de vecinos, se siente un fuerte y penetrante olor que se extiende hasta el interior de las casas. “Ya no podemos vivir así”, cometan indignados los habitantes, que comienzan a cansarse de pedir ayuda a cuanta persona ha ocupado la silla mayor de la alcaldía de Valencia.
El problema se origina con las “bocas de visita” que se desbordaron, al parecer éstas ya no soportan la gran cantidad de aguas negras que emanan desde cada una de las viviendas. Probablemente la antigüedad de las mismas, las comenzó a socavar.
Molestos, comentan que se les hace imposible utilizar los inodoros de la planta baja de sus casas porque el agua simplemente se les devuelve. No hay un solo vecino que no se vea afectado.
Otros comenzaron a levantar muros pequeños en la entrada de las viviendas para que no les entre el agua de lluvia mezclada con las servidas, a propósito de la época de invierno que cada vez se aproxima con mayor frecuencia.
Las ratas comenzaron a ser parte del día a día, y es que en medio de esta suciedad y putrefacción, han hecho sus vidas allí, entre los humanos, dejando abierta la posibilidad de una epidemia de leptospirosis.
Año tras año acuden a Hidrocentro, allí son contadas las ocasiones que les prestan atención, y cuando lo hacen, es simplemente para llevarles un Hidrojet con el que destapan las bocas de visita que días mas tarde vuelven a colapsar.
A esto, se suma que el recorrido de las aguas negras - que no deja de lado ni una sola de las casas - continúa hasta una gran canal que no termina de ser embaulada y que lleva todas estas aguas servidas hacia la calle 11, una de las vías principales del sector.
Según comentan, esta situación se repite no menos de 3 veces al año y tiende a acrecentarse con la llegada de las lluvias por lo que el temor, a propósito de las lloviznas de este domingo, comenzó a invadir nuevamente a los vecinos, muchos de ellos madres y padres de familia que temen por la salud de sus pequeños.
Este lunes tienen previsto acudir nuevamente a la alcaldía de Valencia en busca de una solución definitiva, además de ir a Hidrocentro para que se elaboren proyectos concretos, asegurando acertadamente que “no merecemos vivir así”.
De no atenderse sus peticiones, y cansados de la problemática, están dispuestos a tomar acciones de calle porque sin duda alguna la salud está en juego dentro de estas decenas de familias.
Inseguridad
Dos grutas construidas por los mismos vecinos en las que constantemente hay una vela alumbrando a la Virgen María, son el único resguardo que tienen los vecinos del sector 13 de la urbanización La Isabelica, ante la latente situación de inseguridad.
“Hace dos semanas me robaron mi celular y qué puedo hacer yo, ya uno sabe quién es esa persona”, comenta uno de los habitantes que prefirió no ser identificado por temor a represalias.
Sin embargo, están cansados de que un joven ajeno al sector que al parecer, ronda la zona constantemente con una bicicleta, esté amenazando y robando especialmente a adolescentes que salen de un liceo cercano a las veredas vecinas.
Extendieron un llamado a las autoridades policiales - cuyo módulo se encuentra a escasos metros - a fin de que refuercen la vigilancia en la zona y evitar nuevos robos o incluso - tal y como ha sucedido en dos ocasiones recientes -, el luto en una nueva familia valenciana. |
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