La marea roja en los últimos meses en Acapulco se debe al aumento de dos toxinas que llegan en las descargas de aguas residuales en por lo menos tres puntos de la bahía: el canal Aguas Blancas, playa Icacos y Magueyitos, en los acantilados sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo. El reporte, que fue enviado por la Secretaría de Salud estatal al gobierno municipal desde principios de mes, no ha sido contestado.
El estudio, que fue elaborado mediante un monitoreo para conocer las condiciones de la marea roja muestra que la ineficiencia de las plantas tratadoras de aguas residuales, las descargas clandestinas y arrastres de lodo y basura –esto sólo en época de lluvias–, originan el crecimiento de las microalgas.
El subsecretario de Regulación, Control y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud (Ssa), Pedro Salgado Sales, informó que la situación originó que esta semana llegue personal de Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, que en coordinación con la Ssa, harán un monitoreo el 30 de marzo para constatar la calidad del agua en las playas, ante la proximidad de la temporada vacacional de semana santa.
“Esas playas salieron con el nivel de contaminación elevado. La situación del mar no es algo constante, porque tiene vida, pero también tiene que ver cómo le llegue la contaminación. En el caso de la playa (donde descarga el canal) de Aguas Blancas, pues tiene que ver con el funcionamiento de esa planta de tratamiento de aguas residuales”.
El funcionario deslizó que también pidieron al gobierno municipal un informe sobre las acciones para reducir los riesgos de contaminación, reporte que aún no han enviado.
Detalló que las playas con más riesgo son playa Hornos, Aguas Blancas e Icacos. “Esas son las playas que de forma recurrente nos dan problemas”.
En relación con la marea roja, fenómeno “impredecible” –que desapareció el 21 de marzo sin necesidad de decretar veda a la captura de moluscos–, precisó que analizaron el incremento de las algas Gymnodinium catenatum y Cochlodinium polykrikoides, que no hacen daño a los seres humanos, y la producción de bivalvos, principalmente ostión violeta.
También hubo incremento de algas en las playas Condesa y Magueyitos, “probablemente algunas descargas ahí generan el crecimiento”.
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