Los efectos de la prolongada sequía que azota a la región también impacta fuertemente en localidades de la zona Centro, varias de los cuales solicitaron asistencia a la Municipalidad de Oberá para paliar la falta de agua.
Ante el crítico panorama actual, la comuna local ya recepcionó pedidos desde Alberdi, Panambí, Guaraní y San Martín, aunque por el momento sólo pudo asistir a esta última localidad.
“Debido a la sequía la situación es grave y hoy no damos abasto con el agua. Incluso, recibimos pedidos de varios municipios y al primero que asistimos fue a San Martín por una cuestión de cercanía geográfica”, explicó Juan Carlos Balsari, secretario de Desarrollo Urbano local.
El funcionario agregó que la Municipalidad de Oberá dispone de tres camiones cisterna, lo que es insuficiente para abastecer la demanda local y de municipios vecinos. Paralelamente, en diversos barrios obereños se reiteran los reclamos por la escasez del vital líquido, sobre todo en aquellos que no están conectados a la red y dependen de la asistencia del municipio.
Tal la situación en San Miguel, en donde desde hace varias semanas los vecinos padecen la escasez de agua potable, a pesar que disponen de tres pozos perforados para abastecer al barrio. En tanto, la comuna hace su aporte mediante tanques públicos diseminados por diversos puntos del barrio.
“Pero antes traían tres cargas por semana y ahora apenas traen una, dos con suerte, y eso no alcanza porque todos tenemos varios chicos y consumimos mucha agua”, comentó María González, vecina de la calle Tres.
Además de los tanques, los vecinos disponen de tres pozos perforados que proveen el agua mediante canillas públicas. De todas formas, los vecinos criticaron el funcionamiento del sistema.
Ramona Gómez señaló que “recién a las 9 bombean y enseguida termina. Acá hacemos cola para conseguir, pero no da abasto y mucha gente se queda sin agua”.
Por su parte, el titular de Desarrollo Urbano local reconoció las limitaciones debido al alto consumo e instó a racionalizar el vital líquido.
“Si antes llevábamos tres cargas por semana ahora llevamos dos, pero es porque la demanda se disparó y también debemos atender las necesidades de otros barrios, además de la gente que paga por el servicio”, apuntó.
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