A pocos metros del balneario Maldonado, el mayor espacio recreativo veraniego de la ciudad, parte de los líquidos cloacales que debería depurar la planta de la Tercera Cuenca son enviados al estuario bahiense sin un tratamiento completo.
La denuncia de este diario, en la nota publicada el lunes 23 de este mes, es, de alguna manera, corroborada por un comunicado de prensa de Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA), la empresa responsable del complejo situado en proximidades del Camino de Acceso Sur a Puertos.
La empresa dice que, como se trata de un establecimiento nuevo, aún no se ha completado el período necesario para su plena capacidad de tratamiento, lo que exige ajustes en la operación. Entre ellos, ABSA incluye la readecuación del funcionamiento de uno de los sedimentadores y de los sistemas de recirculación de lodos, lo que obligará a tareas de cambios en algunos de sus mecanismos, a efectos de optimizar las correspondientes etapas.
"Estos ajustes requieren, en ciertos momentos, enviar parte de los líquidos sin tratamiento completo", puntualiza la nota remitida desde el área de Prensa.
ABSA también admite que se han detectado algunos inconvenientes en la estación de bombeo de ingreso de líquidos, los que "ya están en vías de solución".
Más adelante, asegura que se ha intensificado el proceso de desinfección desde los valores iniciales, a fin de evitar eventuales inconvenientes. Pero sostiene que "en ningún momento superan los límites permitidos", los que no precisa.
En cuanto al vecino denunciante en la nota, la compañía señala que este ocupa un sector destinado a calle pública con la explotación de cría de cerdos, por lo que la aparición de moscas no obedece a la planta, sino a la actividad que el mismo desarrolla en su granja.
"Este ocupante bloquea permanentemente el ingreso a la planta del personal de ABSA, además de haber estado conectado de manera precaria a la red de agua con la que se abastece a la planta depuradora", asevera el comunicado.
"Entre el olor, que es inaguantable, y las moscas, acá no se puede vivir. Y ni le cuento cuando hace calor. Los motores no se oyen casi nunca y la planta no anda. La cosa se nos complica cuando el viento corre de frente. Tenemos que tener todo cerrado y el insecticida no alcanza", dijo Juan Francisco Keller (que de él se trata) a este diario.
Keller, padre de una niña de seis años, y cuya mujer está embarazada, hace siete meses que ocupa la casa de la pequeña granja que le cedió su padre y que está muy cerca de la planta.
Pero no sólo Keller cuestiona el funcionamiento de la planta. Fernando Rey Saravia, titular del Comité Técnico Ejecutivo municipal, también considera que las instalaciones tienen problemas desde el arranque. Por eso pedirá un urgente un informe a las autoridades de ABSA.
"Hemos revisado los convenios de operación y surge que, para casos de emergencia, se permiten ciertos niveles de cloro, pero igual todo va a parar a la ría, a una zona que está muy quieta y que, peor todavía, se usa para recreación", explicó el funcionario comunal. Puesta en marcha a principios de septiembre de 2008, la planta recibe los desechos a tratar en dos pozos de bombeo, a partir de los cuales debería iniciarse un tratamiento que permita retener los sólidos gruesos y finos del material.
Un sedimentador y una cámara de contacto marcan los pasos posteriores, donde el líquido debe ser clorificado y desinfectado, antes de ser volcado a los canales pluviales que los llevan al arroyo Saladillo de García, con destino final en el estuario.
Con un proyecto de resolución, la concejala Aloma Sartor (Unión Cívica Radical) procura que el CTE informe si tiene datos de evaluaciones en algún punto cercano a la salida de la planta, ubicación y tipo y periodicidad de muestreo y resultados. También le reclama que incorpore, en el Plan de Monitoreo de Calidad de la Ría, un nuevo punto a la salida de la planta y que cada mes evalúe todos los parámetros.
Vecinos del lugar aseguraron haber visto cómo "todo se larga crudo a la ría" y que "de vez en cuando, se pone en marcha algún soplador, para disimular cuando llegan los inspectores municipales".
Preguntas
El frente Integración Ciudadana planteó, durante esta semana, una serie de inquietudes a ABSA, que extendió al gobierno provincial y a la Municipalidad de Bahía Blanca, respecto de la planta de la Tercera Cuenca.
1. ¿Es cierto que no funciona desde hace tres meses?
2. ¿Desde qué fecha y quiénes reparan las bombas?
3. Los líquidos, ¿se descargan a la ría sin tratamiento y mediante un by pass que se usa cuando la planta no funciona?
4. ¿Resulta aún exigible la garantía de obra, en razón de los plazos cumplidos entre la recepción y su puesta en marcha?
5. ¿Se cumplieron las medidas que fueron fijadas a través de la resolución 1.826 de 2006, ya que el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS) otorgó la declaración de impacto ambiental condicionada al cumplimiento de una serie de exigencias?
6. Después de la visita del gobernador Daniel Scioli, a fines del año pasado, al intentar la puesta en marcha, ¿se incendió el tablero de mando? y, de ser así, ¿cuál es el costo de la reparación?
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