El primer “taller participativo” para definir acciones concretas para atacar las causas de la degradación del lago Los Molinos se concretó el lunes en Villa General Belgrano.
El encuentro, convocado por la Asociación Civil Foro de los Ríos (que nuclea a instituciones, municipios y comunas de la zona). El proceso de eutrofización del lago es causada por la creciente incorporación de nutrientes (nitrógeno y fósforo) proveniente de múltiples fuentes. A esta conclusión llegó un reciente estudio de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba, encendió la luz de alarma sobre el futuro del lago. Las profesionales a cargo de este informe estuvieron presentes en el taller.
Se trabajó en cuatro aspectos. Uno es el modo de financiar las acciones a emprender, creándose un grupo que gestionará apoyo provincial y nacional. “También se dispuso tomar contacto con el gobierno municipal de Córdoba, ya que el 39 por ciento del agua que se distribuye en esa ciudad proviene de este lago”, apuntaron entre sus conclusiones.
Otro punto a abordar es la legislación. Se acordó hacer un inventario de las leyes provinciales vigentes y de las ordenanzas de municipio y comunas del área involucrada, con el objetivo de aunar criterios. También se discutirá la aplicación de medidas legales de urgente aplicación para preservar la cuenca. Un ingrediente nuevo es que ahora todo el perilago se encuentra en el ámbito de los nuevos radios comunales, lo cual restringe las decisiones a la legislación local y no provincial.
Un tercer grupo trabajará en materia de “concientización”, con acciones hacia la comunidad, sobre todo a partir de las escuelas.
El cuarto rubro es el de la investigación, para asegurar la continuidad de los monitoreos del lago, que viene realizando la UNC con apoyo de la empresa Aguas Cordobesas. El objetivo será sumar otros estudios, más costosos, que ayudarán a detectar la posible presencia de otros agentes contaminantes en el lago y en los cuatro ríos tributarios. Se pretende tener más certeza por esa vía del eventual impacto de la agricultura, de los incendios forestales y de las nuevas urbanizaciones que se asentaron en los últimos años.
Tal como informó este diario hace dos semanas, el estudio de la UNC había advertido que si no se toman medidas correctivas urgentes en cinco o seis años el estado del agua de este lago podría entrar “en situación crítica”. En ese marco, sugirió revisar cuestiones como el impacto que generan las explotaciones agrícolas y ganaderas y de los asentamientos urbanos cercanos.