La historia se repite. Como a principio de 2005, la mortandad de peces en el embalse de El Nihuil volvió a preocupar a los pobladores del distrito ubicado a 75 kilómetros del centro sanrafaelino. Pero esto no es el único punto que tiene en vilo a la gente del lugar, ya que alertan de falencias sociales y, en materia de salud, la carencia de una ambulancia en condiciones, un enfermero las 24 horas, más trabajo y viviendas.
Casi todos estos reclamos fueron parte de las promesas que realizó en el lugar el gobernador Celso Jaque en 2008 al inaugurar un tramo de asfalto que se hizo en el pueblo. Por eso realizan un petitorio que los pobladores quieren hacer llegar al primer mandatario para que los ayude a solucionar los problemas y El Nihuil resurja como villa turística.
David Ortiz vive en El Nihuil, y desde 2005, cuando aparecieron por última vez los peces muertos en la costa, integra una agrupación denominada Asociación de Guardadores de El Nihuil. Con tono de angustia relató a Los Andes "la tristeza que da ver los peces muertos entre las lamas", señalando el agua.
Para él todo tiene su origen en que no se bajó durante los últimos inviernos la cota del lago. Entonces las lamas no se quemaron con el frío y hoy hay gran cantidad. Esas lamas favorecen el desarrollo de un parásito que es lo que causa la muerte de los peces.
Pero a esto se suma una serie de falencias que Ortiz detalla en un petitorio que realizó junto a otros vecinos. Piden que se baje la cota del agua. Entre las promesas que recuerdan está la construcción de un polideportivo donde los jóvenes y adultos tengan un lugar donde practicar deportes aún con bajas temperaturas.
También señalan la promesa de un barrio -del IPV- ya que unas 70 familias no poseen su vivienda propia; entre ellas hay muchos jubilados que no tendrían otra forma de acceder.
"Nos dijeron que iban a impulsar al distrito como zona turística pero vemos que todo el esfuerzo se centra en Valle Grande", recalcó Ortiz quien asegura que con mayor afluencia de visitantes muchos pobladores pueden desarrollar sus actividades.
Sobre la posibilidad de sumar puestos de trabajo la gente del pueblo recuerda que en 2008 el gobernador prometió gestionar la recuperación del hotel de Smata que nunca funcionó." Eso podría generar empleos y mayor vida turística al distrito", señalaron.
Se sienten olvidados y creen que los 75 kilómetros que los separan de San Rafael son suficientes para que no reciban la misma atención que la gente del centro. El mantenimiento general del distrito es parte de esta larga lista de cosas que piden se revean. "Calles en mal estado, llenas de pozos, abundante vegetación en las zonas públicas (proliferación de arácnidos y reptiles) y la falta de personal municipal para hacer estas tareas", engrosan el petitorio.
Desde la comuna informaron que se trabaja en conjunto con los vecinos. "Ahora se colocaron luminarias donde ellos dijeron". Esto fue confirmado también por Patricia Rendueles, representante del foro vecinal de El Nihuil.
Los lugareños piden una ambulancia en caso de emergencia. "Había una, se rompió y nunca más se pudo arreglar", dijeron.
En el distrito no hay un enfermero que permanezca las 24 horas; el único médico que hay -nombrado hace seis meses- según los vecinos no cobra su sueldo como corresponde; entre varios comerciantes lo ayudan a mantenerse.
Hongo y bacteria
El Nihuil es uno de los distritos preferidos por los turistas, por la tranquilidad que lo caracteriza y por el inmenso lago de 9.600 hectáreas, uno de los más grandes de la provincia. Está ubicado a 75 kilómetros de la ciudad de San Rafael y se accede a través de las rutas 144 y 180.
En su lago se puede practicar windsurf, canotaje, moto y esquí acuáticos, pesca, navegación en veleros o lanchas. Los médanos y las playas de arenas son aptas para realizar deportes relacionados con el motociclismo, 4x4 y arenero.
En 2005 se determinó que las causas de esta mortandad eran: un parásito (lerne esocina burmeister), un hongo (branchiomyces sanguinis Plehn) y una bacteria (cebacilos gramnegativos), pero que si bien no tenía consecuencias para el ser humano resultaban letales para la fauna ictícola.
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