Dueña de una estupenda vegetación costera y de una serie de paisajes que bien vale la pena conocer, la zona del río Santiago es un punto de reunión obligado para quienes disfrutan de actividades tan gratificantes como la náutica y la pesca. Pero no está exenta de las agresiones que contribuyen a la contaminación.
Lo nuevo es que remeros del club Regatas detectaron -el miércoles último- una mancha de combustible sobre la superficie del agua. “Tenía más de 800 m de longitud y era un líquido similar al gasoil”, dijo a Hoy el abogado Fernando Monticelli y estimó que probablemente haya sido consecuencia “del lavado de la sentina de algún buque amarrado en la zona del Puerto La Plata”.
La sentina es la cavidad inferior de la nave, que está sobre la quilla y en la que se acumulan las aguas que se filtran por los costados y la cubierta. De ahí son expulsadas por bombas, y lo que el letrado sospecha es que las arrojaron sin miramientos a las aguas que bañan la ribera de Ensenada.
Ayer, el abogado presentó una nota en la sede local de la Prefectura Naval Argentina, y dijo que él y otras tres personas localizaron la mancha cerca de la Escuela Naval.
A raíz de eso solicitó la toma de muestras, la intervención de los organismos nacional, provincial o municipales que correspondan, y que se investiguen las causas de la contaminación. También, que una vez constatada la infracción o presunto delito, se le dé intervención a la fiscalía penal o juzgado federal en turno.
Al margen de lo ocurrido anteayer, el abogado que ya ha participado de diversas acciones en defensa del medio ambiente consideró que “es realmente alarmante la situación de ese curso de agua. Más aun si consideramos que desemboca en el Río de la Plata, a 1.200 m de donde se encuentra la toma de agua de la que se extrae el líquido que -luego del proceso de potabilización- sale por nuestras canillas”.
El abogado explicó que “pese a ser un paisaje protegido, esa zona también recibe la contaminación que arrastra el arroyo del Gato”, tras su paso por los partidos de La Plata y Ensenada.
Cada fin de semana esas aguas, muy próximas al Río de la Plata, son navegadas por pequeñas embarcaciones como kayacs, canoas y motos de agua. También se la considera una buena zona de pesca.
Uno de los sitios en los que se concentran los pescadores es el que está ubicado a pocos metros de la Escuela Naval, camino hacia la isla Santiago. Ahí sacan bogas, carpas y hasta algún que otro doradillo. Lo llamativo del caso es que son muchos los que consumen esos peces, pese a las denuncias de contaminación.
Ni bien recibieron la presentación (que fue realizada ayer), los efectivos de la Prefectura salieron a recorrer las aguas, pero no pudieron dar con la mancha que quizá se haya diluido. Desde la fuerza expresaron su preocupación, y pidieron que hechos como ése sean denunciados en lo inmediato para poder detectar su origen y actuar en consecuencia. “La protección de las aguas y de quienes las navegan es una de nuestras principiales preocupaciones”, dijeron desde ese organismo.
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