Con motivo del Día Mundial del Agua, centenares de neoyorquinos caminaron una milla (1,6 km) en expresión de apoyo a algo que ellos pueden darse el lujo de dar por descontado: el acceso al agua potable.
El sistema de abastecimiento de agua de Nueva York, que distribuye agua potable a sus 8,3 millones de habitantes, es uno de los más eficientes del mundo.
La caminata por el agua del Proyecto Grifo dio a los niños, niñas y jóvenes neoyorquinos la posibilidad de comprender mejor la situación en que viven más de 1.000 millones de personas de todo el mundo que no disfrutan del mismo privilegio.
Un galón de agua
Los participantes recorrieron una milla del extremo sur de la isla de Manhattan usando los zapatos de otros niños para transportar un galón (3,8 litros) de agua.
"En muchos países, los niños y niñas son los encargados del suministro diario de agua potable a la familia, y en lugar de ir a la escuela, se pasan el día yendo y viniendo de sus casas a las fuentes de agua", comentó Caryl Stern, Presidenta y Directora General del Fondo de los Estados Unidos pro UNICEF.
"La caminata por el agua no sólo ayuda a poner de relieve los sacrificios que hacen esos niños sino que también recalca su necesidad de agua potable para sobrevivir", agregó la funcionaria.
Agua potable para todos los niños
En Chicago, niños y jóvenes también marcharon en conmemoración de la "Semana mundial del agua", que se celebra en apoyo al suministro de agua potable a todos los niños y niñas del mundo y para acabar con las muertes debidas a las enfermedades transmitidas por el agua.
Todos los años, 1,5 millones de niños mueren debido a enfermedades relacionadas con el agua contaminada, que es la segunda causa más importante de la mortalidad de menores de cinco años de edad. De todos los niños nacidos anualmente en el mundo en desarrollo, la mitad carece de saneamiento básico y uno de cada cinco no dispone de acceso al agua potable.
Cualquier persona puede colaborar
Los organizadores del proyecto esperan que las caminatas sirvan de inspiración para que en el mundo desarrollado se lleven a cabo campañas para que todos los habitantes del planeta tengan acceso al agua potable, independientemente del lugar en que vivan.
"Cualquier persona, por joven o vieja que sea, puede hacer algo para colaborar con esta causa", manifestó Arhea Marshall, Dirigente Juvenil del Proyecto Grifo. "No se trata de un asunto relacionado con la medicina en el que se necesite un doctorado para poder ayudar. Se trata de algo con lo que se puede colaborar en cualquier lugar, en cualquier situación y en cualquier parte del mundo".
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