A 80 se elevaron hoy las muertes dejadas por el colapso de una represa en la periferia de esta capital, mientras los desaparecidos se calculan en más de un centenar.
La quiebra de una pared de 32 pies de altura liberó un gigantesco torrente de agua que barrió un sinnúmero de edificios y casas, para dejar un sombrío paisaje de escombros inundados entre los cuales ciento de trabajadores de rescate y voluntarios buscan a las víctimas.
El desastre sorprendió a los moradores de la zona cuando dormían en las primeras horas de este sábado y se produjo el reventón del embalse Situ Gintung, construído en 1933 por los colonizadores holandeses para contener el caudal del río Pasanggrahan.
Según la Agencia Nacional de Control de desastres, la cifra de muertos podría aumentar ya que las autoridades están buscando a las personas desaparecidas.
Torrenciales aguaceros desbordaron la presa que al estallar devino ola de agua y barro para arrasar unas 300 casas y dejar el área inundada por 70 millones de metros cúbicos de agua, dijeron las autoridades, pero los residentes en el lugar lo atribuyen a un pobre mantenimiento de la barrera.
Efectivos de la policía y el ejército examinan la zona afectada en los suburbios de Cireundeu y Ciputat, de donde fueron rescatados alrededor de 179 heridos, mientras se teme que las pérdidas humanas puedan duplicar ese número.
Testigos en el lugar describieron el paisaje como algo similar a la estampa que dejó el tsunami de 2002.
Fuentes del Centro de Crisis del Ministerio de Salud indicaron que resulta muy difícil precisar la cantidad de muertos porque muchas personas llevan el mismo nombre.